El Elche CF de fútbol sala sumó ayer tres puntos de oro en su lucha por la permanencia en Segunda División. Los franjiverdes golearon al Pescados Rubén Burela de Galicia, en un choque en el que los ilicitanos estuvieron muy acertados de cara a puerta, algo que había sido su asignatura pendiente a lo largo de la temporada.

El encuentro se decidió en el segundo tiempo porque al descanso se llegó con empate a cero. En los primeros 20 minutos hubo mucho respeto por parte de ambos equipos que buscaron más defender su portería que las jugadas de ataque.

Tras el tiempo de asueto siguió la misma dinámica. Pero en los últimos diez minutos, el choque se volvió espectacular y fue cuando llegaron los goles.

Samu inauguró en el marcador y un minuto más tarde Kiwi hizo el segundo. El partido parecía que quedaba encarrilado, pero el Burela acortó distancias a falta de cinco minutos.

Parecía que la emoción se iba a apoderar del encuentro, pero, poco después, de nuevo Kiwi amplió la venta para los franjiverdes y el conjunto de Carlos Sánchez creyó en la victoria.

Los gallegos arriesgaron jugando con portero-jugador, una situación que aprovecharon los ilicitanos para sentenciar el partido con dos goles más de Aitor y de Rubi, cuando el envite llegaba a su final.

Pacheta trae suerte

El encuentro contó con la presencia del nuevo entrenador del Elche de fútbol, quien siguió el choque a pie de pista y trajo suerte a los franjiverdes.

Al final, la victoria fue celebrada por todo lo alto por el bando ilicitano que se sitúa en la clasificación con 27 puntos, cinco más que el Noia Portus Apostoli, que es el equipo que marca las plazas de descenso. Se trataba de una jornada clave, ya que los gallegos se enfrentan el domingo al Prone Lugo y pueden sumar tres puntos, lo que les hubiera igualado al Elche en la clasificación si no hubiera conseguido la victoria. Ahora, el panorama se ve con más optimismo y el triunfo también trae consigo un gran dosis de moral.