El alicantino Juan Manuel Asensi, exjugador y excompañero de Quini, estaba especialmente afectado por la muerte del que consideraba su hermano. "Nacimos el mismo día, el mismo mes y el mismo año. Nos gastábamos muchas bromas sobre quién había nacido antes". El exjugador de la selección española y del Barcelona reconoce que fue "un mazazo terrible" la noticia. "Hablé con él hace no mucho y nos solíamos ver con cierta frecuencia cuando viajaba a Gijón, ha sido una sorpresa muy grande porque estaba excepcional", señala Asensi. "Me llamaron para comunicarme la noticia y no me lo podía creer", recuerda.

"Ha sido un palo muy grande, no era un compañero más, es como un hermano. Una persona muy entrañable. Desde los 16 años estaba jugando con él, en la selección y en el Barcelona. La amistad viene desde los juveniles con la selección española. Toda nuestra carrera deportiva hemos estado juntos", señala Asensi, muy afectado por la pérdida de su amigo. Sobre el secuestro de Quini, reconoce que lo pasó muy mal. "Lo viví fatal, no sabíamos qué tipo de delincuentes eran y fueron momentos de tensión. Quini no era uno más, era una persona muy querida. No le gustaba mucho recordarlo, son tragos amargos que los quieres olvidar", señala Asensi, que no olvida a su amigo.

Quini (Oviedo, 1949) deja una profunda huella en el deporte español. Consiguió cinco veces el trofeo de máximo goleador de liga, 'Pichichi' en Primera -tres con el Sporting y dos con el Barcelona- y dos en segunda, ambas con la zamarra rojiblanca.

"Un fallo cardíaco, del que trató de reanimarle primero la Policía y posteriormente la dotación de una ambulancia, se ha llevado a Quini esta noche. Los hechos ocurrieron cerca de su casa, en el barrio gijonés de La Calzada. El sportinguismo llora el fallecimiento de su mito, de quien históricamente ha sido siempre su gran referente", indicó el club.

Uno de los goleadores más grandes que ha dado el deporte rey en este país fallece a los 68 años de edad después de haber superado un grave cáncer. En la memoria quedan sus numerosos goles, de todos los colores, con las camisetas del Sporting y del Barcelona. Y otros episodios trágicos en su vida, como el triste secuestro que sufrió en 1981 o la pérdida de su hermano, el portero Jesús de Castro, después de que salvase la vida de dos personas en una playa cántabra.