A falta de ocho partidos para llegar a la línea de meta de LEB Plata, la pugna por el ascenso directo es cosa de tres y el HLA Alicante está en la escapada. Tras su victoria del pasado viernes en casa ante el Plasencia y la derrota de ayer de La Roda en Granada, los de David Varela suben un puesto y se colocan segundos, a rebufo de los andaluces.

Sin grandes alardes, pero con la confianza de llevar cuatro triunfos en los últimos cinco compromisos, los lucentinos se fían a la pericia en los lanzamientos de tres (Chapela y Lobo anotaron tres triples ante el Plasencia) y al músculo en el rebote (45 capturas, casi 20 más que el rival) para seguir soñando con el ascenso directo a LEB Oro que sólo otorga el primer puesto de la tabla.

Por resolver, todavía los apagones a los que se adhiere durante los partidos y a los que el entrenador hizo alusión en la rueda de prensa: «Debemos corregir los errores porque ha habido momentos en los que hemos estado atascados, en este cara o cruz hemos salido vencedores porque estuvimos finos en los anzamientos de tres».

Ocho finales y un duelo directo

Desde que se inició la segunda vuelta, el vestuario del HLA se ha conjurado bajo el lema de «Cada partido, una final». «Ya hemos superado con éxito otra», aseguraba Varela el viernes. Ahora sólo restan ocho; la primera de ellas, el próximo viernes de nuevo en el Ferrándiz ante el Ávila. Y en dos semanas, visita a La Roda.