Andrés García, jugador del Sporting Orihuela, equipo que milita en Segunda Regional, deberá llevar, durante 20 días, un collarín como consecuencia de las lesiones que le ha producido la agresión de un aficionado del Bigastro en el partido que el conjunto oriolano y el cuadro bigastrense, disputado el domingo, en el campo de El Molino.

Según explica el entrenador del Sporting Orihuela, César Álvarez, «corría el minuto 87 e íbamos ganando 1-2. Andrés estaba en el suelo, después de recibir una falta. Entonces, un joven de unos 30 años entró al terreno de juego y, sin mediar palabra, le pisó la cabeza y le dio una patada, huyendo a continuación».

El jugador del equipo oriolano tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital de la Vega Baja y pasó la noche en observación. Fue sometido a un TAC y los médicos le colocaron un collarín, que deberá llevar durante 20 días. Además, presenta otras heridas leves. Andrés García tiene 25 años, ayer recibió el alta y se encuentra muy afectado por los lamentables hechos.

El encuentro entre el Bigastro y el Sporting Orihuela fue suspendido de mutuo acuerdo entre los dos equipos y tanto la Policía Local como la Guardia Civil fueron requeridas y acudieron al campo de El Molino, donde, tras hablar con otros aficionados locales, recabaron datos del agresor, que ya ha sido identificado.

El técnico del conjunto oriolano califica como «esperpéntica» esta agresión. «En ningún momento esperábamos que ocurrieran estos hechos tan lamentables porque el partido se estaba desarrollando con normalidad». César Álvarez agradece al entrenador, jugadores y directiva del Bigastro la solidaridad mostrada y que accedieran, en todo momento, a suspender el partido. «Este energúmeno no representa a la afición del Bigastro».

Por su parte, el técnico del Bigastro, Fran Grau, asegura que en su equipo también están muy afectados por lo sucedido y tildó de «descerebrado» al agresor. Grau señala que «no es ni socio, ni seguidor de nuestro equipo. De hecho, nuestros aficionados colaboraron para su identificación. Ahora esperamos que le pongan el máximo castigo a este personaje».

El técnico bigastrense señala que «desde el primer momento, nos pusimos a disposición, tanto del jugador agredido como de la directiva del Sporting Orihuela para lo que fuese necesario: Lo que ocurrió fue una cosa impensable, porque el encuentro se estaba desarrollando sin ningún tipo de problemas», lamenta el entrenador del Bigastro.