Después de cuatro finales perdidas por la selección, este oro europeo sabe aún mejor...
Sí; estamos muy contentos por incorporar al balonmano español este título que tanto estábamos buscando. Yo ya lo había intentado muchas veces con este equipo sin conseguirlo, pero el domingo culminamos ese intento que perseguíamos mucha gente desde hace años. Al final ha sido una liberación ganarlo.
El título se culmina, además, con una exhibición portentosa de España en la segunda parte ante la potente Suecia...
Sí, fue una actuación memorable porque pusimos en liza un 5-1 en defensa que les hizo dudar mucho. Estuvimos muy acertados en la fase defensiva, lo que nos ayudó a montar contraataques y a conseguir goles con relativa facilidad. Ese esquema de 5-1 es para recordarlo muchos años. Y en este Europeo hemos mantenido esa tónica de levantarnos siempre y plantar cara ante las adversidades.
Este equipo no se rinde nunca y, pese a un par de derrotas, fue de menos a más hasta superar a los grandes favoritos...
Es verdad que hemos tenido altibajos. Empezamos ganando a la República Checa, que luego fue la sorpresa, y a otros grandes equipos. Luego perdimos en la fase de grupos con Dinamarca; ganamos a Macedonia y volvimos a caer ante Eslovenia... En los momentos importantes el equipo se ha puesto las pilas y no se vino abajo tras las derrotas. Es una de las claves de cómo nos impusimos en la final.
Además de la entereza frente a la derrota, ¿qué otras grandes virtudes tiene este equipo?
Saber estar en la pista. Hemos preparado muy bien los partidos y luego lo hemos sabido aplicar sobre el parqué. Y nuestro juego ha tenido la virtud de organizarse desde la defensa hacia adelante y lo hemos conseguido.
Este oro europeo también le pertenece, en parte, a aquellos compañeros que tanto lo persiguieron y ya no están en la selección española...
Sí; el domingo nos acordamos de toda esa gente que ha luchado con nosotros en otros Europeos y nos quedamos a las puertas muchas veces. He escrito y hablado con estos compañeros por eso, porque el oro también es suyo. Por el ímpetu y las ganas que pusieron en su momento, en el que nos pudo faltar la suerte de esta vez o puede que nos topáramos con grandes equipos en otras ocasiones.
Este título debería ser un espaldarazo para el balonmano español, que no atraviesa su mejor momento a nivel de clubes...
No creo, porque ya hemos ganado otras veces y vemos que la Liga Asobal no va a más y los patrocinadores y los clubes no se profesionalizan tanto como en ligas extranjeras como en Alemania y Francia y tenemos que irnos fuera a luchar y demostrar que el balonmano español funciona bien. Eso ayuda a nuestra selección porque tenemos jugadores en Francia y Alemania que compiten en un nivel más alto.
A usted aún le queda cuerda para rato con los Hispanos...
[Se ríe...] Mientras mi cuerpo aguante, yo voy a estar a disposición del entrenador. Es verdad que el cuerpo se consume y se agota más al jugar la liga alemana, que es muy exigente. En la selección me tratan muy bien y no me planteo el final de mi etapa con los Hispanos.
Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 no quedan muy lejos...
Tengo dos años más de contrato en Alemania y voy a intentar cumplir ese ciclo hasta 2020 y también, a lo mejor, el ciclo olímpico e intentar conseguir cosas con la selección y con mi club.
