La ciudad de Alicante apuesta en serior por el ciclismo de larga distancia o de ultrafondo y ha programado este año cinco pruebas, la primera de las cuales tendrá lugar el 3 de febrero, y cuenta ya con 70 personas inscritas.

El objetivo del randonneur, como también se conoce a esta especialidad, es promover una actividad en la que se premian los esfuerzos de aquellos ciclistas que deseen probar sus límites personales combinando la diversión del turismo con las características del ciclismo a distancia.

El calendario y distancia de las pruebas previstas son los siguientes: 3 de febrero, 200 Km; 10 de marzo, 300 Km; 7 de abril, 400 Km; 12 mayo, 600 Km; y 5 de octubre, 1.000 Kilómetros.

La edil de Turismo y Playas, Eva Montesinos, indicó que se va a colaborar con este tipo de pruebas para promocionarlas tanto en ferias nacionales como internacionales y en específicas como la Unibike, evento especializado que se organiza en Ifema en Madrid.

Las actividades randonneur ya se están practicando en otras comunidades autónomas, aunque hasta este año no se habían realizado ninguna en la Comunitat Valenciana.

Durante las etapas predomina una total autosuficiencia del participante, quedando prohibido recibir asistencia fuera de los puntos de control establecidos. Las normas de tráfico deben respetarse estrictamente y es obligatorio el uso de casco y luces, así como prendas reflectantes.

La primera randonneur de Alicante saldrá desde la rotonda del campo de golf de la playa de San Juan y también servirá como final de etapa, y es la prueba más corta de las cinco que se van a organizar.

Será una ruta por las comarcas alicantinas del Alacantí, Alcoia y el Alto y Medio Vinalopó con alguna de las subidas más clásicas de la zona y un terreno muy propicio para rodar.

Esta actividad se define como una excursión personal -no es una carrera ni tampoco una marcha-. El recorrido más largo será el de la prueba de octubre con una distancia total de mil kilómetros.