El acusado de organizar la pitada al himno nacional en la final de la Copa del Rey de 2015, Santiago Espot, admitió ayer haber difundido un manifiesto «político» en el que aludía al Jefe del Estado, pero negó haber adquirido y repartido los silbatos distribuidos en el Camp Nou, al que además aseguró que no asistió para aquel partido.

En el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional, Espot se negó contestar a la fiscal Ana Noé y respondió en catalán a las preguntas que en español le hacía su abogado, por lo que el juez central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, le preguntó por qué no le contestaba también en castellano, a lo que le replicó que se había acogido a ese derecho que él mismo le había otorgado.

En su declaración al abogado, parcialmente traducida por una intérprete, Espot dijo que con ese manifiesto, al que se adhirieron 11 entidades y que publicó en su perfil de Facebook el 28 de mayo -dos días antes de la final de la Copa-, se intentó expresar «una protesta pública y sonora contra la presencia de un personaje público» que estaba «amparada por sus derechos de opinión y expresión».

«Mi referencia al jefe del Estado es, si no recuerdo mal, como rey y como monarca sin entrar en temas de valoración personal que nunca han sido trascendentes políticamente para mí», manifestó Espot, presidente de Catalunya Acció, que se amparó en su derecho de libertad ideológica. Y recordó que es activista político desde 1988 y que su asociación defiende la independencia, la lengua y la cultura catalanas.

Petición de multa de 14.400 euros

Este es el primer juicio que se celebra por unos hechos que se han repetido en otras finales de la Copa del Rey y en el que la Fiscalía pide condenar a Espot a una multa de 14.400 euros como autor de los delitos de injurias al Rey y de ultraje a España, por haber sido la pitada durante la interpretación del himno y en presencia en el palco del rey Felipe VI.

Por su parte, la defensa solicitó la absolución al estimar que los hechos no constituyen los mencionados delitos, ya que Espot ejerció su libertad de expresión e ideológica y, además, reclamó que en el caso de ser condenado se ajuste la multa a su capacidad económica.