La derrota del Alcoyano del pasado sábado, en el Nou Camp de Morvedre de Sagunto, ha escocido, especialmente, por la forma en que se produjo, a la salida de un córner en tiempo de prolongación, y porque eleva a cuatro el número de jornadas sin ganar y sin perforar la meta rival.

Con estos ingredientes, el objetivo de disfrutar de la Navidad zona de promoción ha pasado a mejor vida. Para colmo, el Deportivo despide el año en El Collao contra su eterno rival, el Ontinyent, que llega envuelto con la vitola de equipo revelación.

La urgencia y la necesidad de victoria marcarán el derbi, que por cierto se disputará en sesión matinal (11.45), para evitar que el nerviosismo cunda de nuevo en el seno del consejo de administración que ya ha dado muestras de gozar de pulso firme cuando se trata de adoptar determinaciones encaminadas a virar el rumbo.

La apuesta por José Emilio Riquelme Galiana no ha aportado, de momento, los resultados apetecidos pese a que el técnico murciano sintoniza perfectamente con el plantel. Ha firmado cuatro victorias (Elche, Olot, Badalona y Deportivo Aragón), 5 empates (Formentera, Mestalla, Lleida, Peña deportiva y Atlético Baleares) y cuatro derrotas (Malllorca, Sabadell, Peralada y Atlético Saguntino).

El número de goles recibidos y encajados es idéntico, 13. Galiana tiene a su favor la escasez de efectivos a la hora de elaborar el «once». Lesiones y sanciones le han impedido repetir alineación en 13 jornadas. Con todo, últimamente se ha aferrado al discurso fácil, recurrir a las actuaciones arbitrales, para justificar el mal momento. «Ha sido una serie de imprecisiones, primero por el árbitro, por supuesto, y el linier. En la jugada más importante hemos tenido que defenderla no hemos estado acertados y el palo ha sido durísimo», explicó Galiana al referirse al tanto encajado contra el Atlético Saguntino en el tiempo de prolongación.

El entrenador afincado en Elche, además, tampoco ha conseguido revertir la dinámica de resultados adversos en El Collao, circunstancia que preocupa y enfada a una afición nada acostumbrada a la sangría de puntos.

Error en el acta

El árbitro Busquets Ferrer asignó el dorsal 18 a Álvaro García cuando en realidad correspondía a Jose García. El error tiene especial trascendencia puesto que el navarro resultó amonestado por protestar, tarjeta que le ha sido adjudicada a su compañero.