El BM Benidorm pone tierra de por medio con la zona de descenso tras lograr su primera victoria en León, en un palacio de los deportes más propicio para los visitantes en esta primera vuelta que en toda la pasada temporada, ya que el Abanca Ademar ya se ha dejado siete puntos, desenganchándose de la cabeza.

Los leoneses, en una semana plena de momentos emotivos, como su clasificación europea y la pérdida de una persona importante en el club como su gerente José Ludena, acabaron pagando tantas subidas y bajadas de adrenalina con una derrota por la mínima ante el conjunto alicantino.

El equipo de Rafael Guijosa empezó por detrás en el marcador, con un Benidorm que ya empezaba a encontrar a Jorge Luis Paván como el efectivo ejecutor de su juego, bajo la perfecta dirección del pequeño de los Simonet, Pablo, que tenía enfrente a su hermano mayor Sebastián.

La ausencia del lateral cubano a causa pasó factura a su equipo, que perdió efectividad, sobre todo por la mejoría en la intensidad defensiva ademarista, de nuevo con un Biosca desequilibrando desde la portería para que con un Alex Costoya en estado de gracia volteara el encuentro.

Cambio de escenario

Incluso un latigazo lejano del «Hispano» sobre la bocina daba la máxima ventaja a los locales al descanso (14-11), pero en la reanudación el partido daría un vuelco con dos protagonistas claros, Pablo Simonet manejando el ritmo a su antojo y un renqueante Paván que se mostró imparable.

Por ello, en poco más de quince minutos, un Benidorm enorme en defensa logró una jugosa renta de cinco goles (18-23) después de un parcial de 3-10. A partir de entonces, Ademar se volvió a encomendar a un nuevo milagro que, en esta ocasión, no fue posible pese a quedarse a tan solo un gol (28-29) de la igualada.