El público respondió a la llamada del Club Monastil Rugby en el primer partido en la historia de Elda, ya que se dieron cita alrededor de 700 aficionados en el antiguo Pepico Amat, cuyo terreno de juego fue remozado y transformado en un campo para la práctica del rugby. En ese sentido, los anfitriones invitaron al Torres de Cotillas, conjunto murciano que se adjudicó el encuentro amistoso (14-47).

Antes de patearse el balón ovalado, el Club Monastil se presentó al público con los dos equipos que tiene en liza, el de chicos y el de chicas. Acto seguido saltaron al terreno de juego los componentes masculinos del Torres de Cotillas, vestidos de azul, y los locales entrenados por Pat, que lucieron indumentaria blanca y roja.

Para que los aficionados entendieran las reglas del rugby, colocaron al árbitro del encuentro un micrófono para que fuera explicando cada acción que discurría por ambos lados. En ese sentido, en el primer ataque eldense acabó con un ensayo transformado cobrando una ventaja de 7-0, aunque la reacción murciana llegó poco después y al descanso les favoreció el marcador (7-19).

En la segunda mitad, el Monastil logró otros siete tantos y el Torres de Cotillas 28 tantos más, por lo que se llegó al definitivo 14-47: “Hemos perdido pero estamos contentos por la respuesta del público y el apoyo del Ayuntamiento, que nos ha sufragado el importe de los palos (porterías) para poder disputar los partidos en Elda”, relata Álex Ruiz, directivo del Club Monastil Rugby.

El tercer tiempo vino a poner el broche entre ambos contendientes saboreando una merienda como es tradicional en esta disciplina deportiva. Además, los organizadores se muestran satisfechos del respaldo de los aficionados, ya que el encuentro era a beneficio de la Fundación Movember, por lo que se recaudaron fondos a través de la venta de rifas, servicio de barbería y tatuaje que tuvieron una gran aceptación.