La selección española de rugby ha acabado en Villajoyosa la ventana de noviembre con una contundente victoria (67-28) ante Brasil. Los españoles han dejado buenas sensaciones -especialmente a nivel ofensivo- y algunos aspectos defensivos aún por pulir, de cara a los partidos de febrero ante Rusia y Rumanía. En esos dos choques, el XV del León se jugará el pase a la Copa del Mundo Japón 2019 y, aún más importante, dejar de ser el "garbanzo negro" de los deportes de equipo en España.

Apenas un minuto tardó el equipo de Santiago Santos en inaugurar el luminoso del Campo de El Pantano gracias a un ensayo (transformación incluida) de Brad Linklater, tras una muy buena jugada del hoy ala hispanoneozelandés. En los siguientes minutos se vio mucho de lo que Santos pretende que sean las señas de identidad de su equipo: rugby de movimiento en el juego abierto y una delantera potente, que domine la melé y la touch. Aspectos esenciales en el rugby moderno.

Precisamente la delantera tomó el protagonismo en los siguientes minutos y llegaron dos ensayos casi calcados (tras saque de lateral y maul) de Marco Pinto y otro de Beñat Auzqui. Completaron los anotadores de la primera mitad, Mathieu Peluchon -que volvía a la selección tras dos años lastrado por las lesiones- y el brasileño Endy De Jesús, para irse al vestuario con 31-7 en el marcador.

En la segunda parte continuó la tónica de los primeros 40 minutos. España, sabedora de su superioridad en todas las líneas y de la bisoñez de Os Tupis (nickname de la selección brasileña), siguió explotando sus virtudes y, en apenas 5 minutos, consiguió otros dos tries de delantera (obra de Barthere y de Pinto, por tercera vez) para poner el 43-7. El hat-trick del talonador del Béziers fue el preludio de la catarata de ensayos -concretamente siete- que llegó con la última media hora del partido.

MOTIVOS PARA LA ESPERANZA

Y fruto de esa catarata de anotaciones, Brasil le ha hecho a España tres marcas en menos de veinte minutos, lo que prueba que el XV del León sigue adoleciendo de falta de concentración en ciertos momentos del partido.

Además, el nivel defensivo no ha sido lo sólido que se espera en un potencial mundialista, y es que 28 puntos encajados ante un equipo con el poder ofensivo de Os Tupis se antojan demasiados. A nadie escapa que, defendiendo así, los rusos y los rumanos nos "matan".

Sin embargo y, como conclusión, aparte del dominio de la demostración de potencia de la delantera, podríamos destacar en el "haber" de la selección que hubo momentos de auténtica brillantez en el juego a la mano. Siempre pasan cosas -y a mucha velocidad- cuando el oval pasa por Guillaume Rouet, Mathieu Peluchon y Charly Malié (otro de los que, tras más de un año de ausencia, se ha reenganchado al tren que va al Mundial). Los partidos se pierden en delantera pero se ganan en los ¾. Y ahí, estos tres deben marcar la diferenciar. Son imprescindibles: Santos sabe que se irá a Japón de la mano del trío Rouet-Peluchon-Malié o no se irá...