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Kiko Padilla: «El reto es devolver a Alicante la ilusión por el balonmano»

Este alicantino de 35 años y trotamundos del balonmano modesto alimenta el sueño deportivo de su vida: jugar en Asobal con el equipo de su ciudad

Kiko Padilla: «El reto es devolver a Alicante la ilusión por el balonmano»

¿Les sorprende a ustedes mismos el gran inicio de temporada del equipo, tercero en la Liga?

Más que sorprendidos, estamos ilusionados. Al principio de la temporada teníamos bastantes incógnitas sobre el proyecto, porque para un colegio es bastante importante y complejo con toda la cantera que tiene el club, pero las cosas están saliendo genial. No podemos pedir más. Tenemos un ambiente excepcional en la plantilla; en el pabellón [Pitiu Rochel] cada vez nos acompaña más gente ilusionada con recuperar el ambiente de balonmano de antaño en Alicante y los resultados también acompañan, que es la guinda de todo esto.

¿Se pone techo este equipo?

No. Somos ambiciosos. Hace dos años, cuando se lanzó el proyecto, poca gente creía en él y se veía muy lejana la Asobal. Viendo dónde estamos hoy, ¿por qué ponernos techo? Vamos a seguir trabajando a diario para conseguir cuanto antes la permanencia y consolidar el proyecto y vamos a mirar hacia arriba enseguida.

Soñar con la Asobal es gratis, pero poder disputarla no lo es...

Soñar sí; pero jugar, no. Está claro. Soñamos con que el pabellón recupere el ambiente y, al menos, nos encantaría disputar la fase de ascenso a Asobal. Para que la gente del balonmano en Alicante, que en su día fue muy numerosa, vuelva a ilusionarse. Y esto es una rueda: conforme la gente vaya al pabellón, las empresas y las instituciones nos apoyarán más. Alicante tiene potencial para optar en pocos años a competir en la máxima categoría.

También sueñan con recuperar el legado glorioso del balonmano alicantino de los setenta...

Sí; es el reto más importante y lo que más ilusión me hace a nivel individual. Tengo un negocio, un bar de deportes, con fotos de los setenta y de la historia del balonmano alicantino, y muchísima gente viene a preguntarme y a comentarme que vivieron aquellos días de gloria. Esa afición latente está ahí, el club lo sabe y está en contacto con veteranos del Calpisa como Santos Labaca, Poli Soriano, Nacho Novoa... Lo más bonito para nosotros sería revivir algún día algo parecido a lo que se vivió en aquella época. Pero a esos niveles, el futuro del balonmano no puede estar en manos de un colegio, sino que debe abrirse a la ciudad de Alicante y Alicante debe ver a Agustinos como el club de la ciudad.

A título individual, su rendimiento está siendo óptimo y ha sido decisivo en varias victorias...

Estoy en un momento óptimo de cabeza, sobre todo. De forma puedo estar bien, pero estoy viviendo un sueño y valoro mucho la posibilidad de jugar algún día en Asobal con el equipo de mi ciudad. A los 35 años, creo que es la oportunidad de mi vida y no la quiero desaprovechar.

Hay mucha igualdad en esta División de Honor Plata...

Es muy exigente y la igualdad es máxima: del primero al octavo hay muy poca diferencia en puntos. Si pierdes dos partidos, pasas de posiciones de ascenso a coquetear con el descenso. Y también es muy exigente en cuanto a presupuesto y logística porque hay que viajar muchas veces al norte de España. Es complicado para el club y para los jugadores. La entidad está haciendo un esfuerzo enorme y cada vez tenemos mejores condiciones.

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