El Sevilla logró ayer una sufrida victoria (2-1) que le afianza en la zona alta de la tabla, pero sigue sin convencer su juego, en esta ocasión ante el Celta, un rival que peleó siempre por llevarse algo positivo pero que falló mucho en ataque y no aprovechó las debilidades de su rival.

Reanudaron el Sevilla y el Celta la competición en el Sánchez Pizjuán, tras el parón por los partidos de la selecciones internacionales, con la intención arrancar con fuerza y, en el caso andaluz, consolidarse en los puestos europeos y, en el gallego, acercarse a ellos con un triunfo de prestigio.

El extécnico del Celta, el argentino Eduardo Berizzo, reservó a hombres importantes al tener el Sevilla en la recámara el trascendente partido del martes en este mismo escenario ante el Liverpool inglés, en el que estará en juego el pase a los octavos de la Liga de Campeones.

Se adelantó el Celta con un gran cabezazo de Maxi Gómez, pero reaccionaron los sevillistas con el empate a la salida de un córner por medio de Muriel y otro cabezazo de Nolito tras la reanudación. El Celta pudo empatar varias veces, pero perdonó.