El contacto con el césped y el calor de la grada de El Collao han devuelto la sonrisa a Tomás Ruso. Atrás han quedado cinco duros meses de intenso trabajo enfocados al reencuentro con la competición oficial, objetivo cumplido con éxito con la disputa de los 90 minutos contra el Badalona.

La fecha del 21 de mayo de 2017 ha quedado grabada en el subconsciente de Tomás Ruso. La grave lesión sufrida en el bíceps femoral, coincidiendo con el arranque de la fase de ascenso en Cartagena, le obligó a pasar por el quirófano y a alejarse de la rutina del vestuario durante 5 meses. El proceso de rehabilitación se equiparó a una jornada laboral, 7 horas diarias, con el único propósito de reaparecer en octubre -disfrutó de los minutos finales contra el Olot- y de sumar en el plantel del Alcoyano, marcado por la ambición común del ascenso.

¿Qué sensaciones tuvo en su reaparición como titular?

Fueron buenas a nivel personal, aunque aún me falta coger el ritmo de partidos y de competición. Al no haber hecho pretemporada cuesta un poco más, pero confío en alcanzarlo pronto.

Lo importante ahora es tener continuidad.

El ritmo de entrenamiento lo tengo, pero el de competición es distinto y se coge compitiendo cada domingo.

A diferencia de la temporada pasada, existe mucha competencia en la posición de central.

Somos bastantes, pero eso es bueno para aumentar el nivel de cada uno. El año pasado no se reforzó la posición porque no se pensaba que iba a haber bajas y este año sí. La competencia, insisto, es buena para subir el nivel individual.

¿Sorprendido por la confianza del entrenador, Galiana?

Él siempre me ha transmitido que confiaba conmigo, pero cuando las cosas están bien no se pueden tocar. Se junto la semana de tres partidos y como anunció rotaciones mi vuelta sirvió para que algún compañero descansara.

Entrando en el capítulo global, ¿el equipo parece que apunta hacia arriba?

Sí, aunque la plantilla nunca ha tenido dudas. El trabajo diario siempre ha sido bueno y como plantilla puede luchar por lo más alto.

La irregularidad en El Collao está lastrando el despegue en la tabla.

La verdad es que no hemos sacado los puntos que todos deseábamos. Por el contrario, fuera de casa estamos haciendo números mejores que el año pasado. Es un déficit que vamos a intentar cambiar.

¿Qué está faltando en los partidos de casa?

Una de las claves pude ser recuperar la solidez defensiva, tan importante en Segunda B. Hay que intentar que el rival no nos marque y hacerlo nosotros primero.

Ahora toca la visita al feudo del colista Deportivo Aragón. ¿Es un partido trampa?

Son encuentros en los que se da por hecho que vas a ganar, pero es un rival herido. Aunque sean jóvenes quieren puntuar y saldrán a por todas. Vamos a ir con todas las alarmas encendidas porque sabemos que no va a ser fácil derrotarlo.

¿Ganar es imprescindible para conseguir los objetivos?

Son tres puntos importantes para engancharnos a la zona alta. Nada más.