Dos empates y una derrota han puesto al Atlético de Madrid contra las cuerdas en el grupo C de la Liga de Campeones a falta de tres «finales», la primera hoy con el Qarabag, al que recibe en el Wanda Metropolitano con la necesidad de ganar, la única fórmula que todavía le permite depender de sí mismo. Tres triunfos más. No hay otro objetivo en mente para el conjunto rojiblanco, porque es el único que le clasificaría para los octavos de final sin atender a resultados ajenos, aunque hay otra vía más rápida a la siguiente ronda pasando por el duelo entre el Roma y el Chelsea: si gana el club inglés en el Olímpico, el pase requerirá sólo las victorias en casa contra el Qarabag y el rival italiano.

Sin rotaciones

No se prevén apenas variaciones en el once del argentino Diego Simeone respecto a ese choque. Aún sin Koke ni Carrasco, el primero baja los últimos cuatro choques por un edema muscular y el segundo fuera de los tres duelos más recientes por una molestias en la rodilla, la alineación será muy parecida. Ahí hay varios hombres indiscutibles, más aún en un partido de tal transcendencia, como el portero Oblak, el lateral izquierdo Filipe Luis, los centrales Savic y Diego Godín, los centrocampistas Gabi y Saúl Ñíguez, el delantero Antoine Griezmann y Ángel Correa, bien por una banda o bien en la punta.

El campeón azerbaiyano buscará repetir la hazaña de hace dos semanas. «Vamos a Madrid a hacer todo lo que podamos. Queremos regresar con un punto», reconoció su entrenador Gurbanov.