No es ningún secreto que en cualquier cafetería, dejando aparte las conversaciones sobre temas personales, uno de los temas estrella suele ser la política y/o el deporte. De hecho, cuanto más se dice que no debemos mezclarlos, más lo hacemos. Son el café y la leche de las discusiones del "homo hispanicus" y, tal y como está la situación política en nuestro país, esta mezcla puede resultar (aún) más exposiva.
La grave crisis territorial que asola al Estado inunda los medios de comunicación. El Procés (un "serial" del que, a estas alturas, no hay nadie que no haya oído hablar) enfila su solución final.
Después de la esperpéntica "no DUI" de Puigdemont y la activación del artículo 155activación del artículo 155, el "choque de trenes" está servido. Y es que la aplicación de dicho artículo, inédito hasta ahora, nos deja mil interrogantes y solo una certeza: nadie sabe, a ciencia cierta, qué pasará en las próximas semanas -las más trascendentales desde hace décadas- en nuestro país.
Y ya que hablamos de interrogantes y queremos hablar SOLO de deporte, nos centraremos en una duda de la que apenas (o nada) se ha hablado: en caso de una hipotética secesión, ¿qué nivel tendrían las representaciones españolas y catalanas en las competiciones internacionales de los deportes más populares?
El deporte, sin ser uno de los elementos fundamentales -obviamente, está muy por debajo de la sanidad, la economía o la educación-, está muy presente en el día a día de los ciudadanos (especialmente en sociedades avanzadas, como la nuestra). Además, se da la circunstancia de que es en las competiciones deportivas donde se vuelve más "palpable" el ser de una nacionalidad u otra.
Dicho de otro modo, donde más "notamos" que somos españoles es cuando, en una cancha o en un estadio, juegan dos equipos y el que nos representa va de rojo.
Desde los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 hasta hoy, España ha coleccionado campeonatos de Europa, del mundo y multitud de medallas que la han convertido en una de las potencias del deporte. En la inmensa mayoría de estos éxitos, Cataluña ha significado una de las "patas" sobre las que se ha sustentado el gigante español. Sabiendo que "cualquier España" -la de fútbol, la de baloncesto o las de la disciplina que sea- ha estado (y está) compuesta por un buen número de deportistas catalanes, la duda estriba en saber, si se diese el distópico "divorcio" hispanocatalán, cómo de cojas quedarían las distintas selecciones españolas...
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