Balonmano

Después de varias semanas de noticias negativas a modo de lesiones graves de jugadoras importantes como Aína Fernández, María Francés y Gema Gómez, ayer, por fin, el Elche Mustang recibió una alegría, con una importante victoria en la pista del Castellón, que le permite recuperar un poco de moral de cara al futuro.

Pero la satisfacción hubo que lucharla y mucho y no se pudo certificar, prácticamente, hasta el pitido final. Las ilicitanas se impusieron, por 25-29, pero mediada la segunda parte llegaron a ir perdiendo por hasta tres goles.

Una situación que llevó al técnico, Joaquín Rocamora, a apostar y jugar sin portera en ataque. La apuesta le salió bien y un gol de la juvenil Patricia Méndez fue vital y el último tanto de la austriaca Carina Gangel dejó finiquitado el encuentro.

El Mustang comenzó bien y se fue en el marcador con ventajas de tres un cuatro goles. El envite parecía encarrilado.

Ivet Musons se tiene que retirar

Pero la maldición de las lesiones continúo y a los 18 minutos Ivet Musons, la máxima goleadora del Elche y nueva internacional, sufrió un golpe en la espalda, se tuvo que retirar del partido y ya no pudo jugar. El equipo lo notó.

Parecía que la mala suerte continuaba y que se estaba cebando con el conjunto franjiverde. En esos momentos difíciles, María Flores, que anotó ocho goles, y Laura Hernández, con diez, se echaron el equipo a la espalda, asumieron la responsabilidad anotadora y con la compañía de sus jóvenes compañeras, le dieron la vuelta al marcador y se llevaron una victoria que tuvo un sabor muy dulce por lo mal que lo está pasando el Mustang.