El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quiso dejar que «nunca» ha hablado «mal» de un árbitro y que «sólo» quiere que el colectivo arbitral vaya «mejorando» y que las cosas se hagan «más transparentes para evitar susceptibilidades», comentó ayer en la Asamblea General Ordinaria de Socios Representantes tuvo que tratar de nuevo el tema tras alguna queja de un socio pidiendo alguna medida por los últimos arbitrajes.

«Este no es el sitio para hablar de este tema. Yo nunca he hablado mal de un árbitro ni de un club ni de nadie. Dije que en este momento, en el que parece que va a haber una gran transformación en la RFEF, era un momento bueno para mejorar todo», remarcó Pérez .

El dirigente se refirió a la llegada de una «nueva época» en la que «todos» sepan como son «los criterios de ascenso de los árbitros o cómo se designan». «Eso ha producido alguna perturbación, pero no me he metido con los árbritros, sólo quiero que el colectivo vaya mejorando, que venga la tecnología, que hagamos las cosas con criterios más transparentes para evitar susceptibilidades», sentenció al respecto.

Un presupuesto de 690 millones

La Asamblea de socios aprobó con con mayoría casi unánime las cuentas. El conjunto madridista cerró la pasada campaña un balance económico con 674 millones de euros y un prespuesto para la presente de 690 millones.