Al equipo local le costó casi media hora abrir el marcador, pero cuando lo hizo por primera vez el delantero franco-tunecino todo fue más fácil pese a que, ante las facilidades del rival, incluso pudo golear con un marcador de escándalo. Se le presentó al equipo hispalense el partido con la necesidad de ganar y además intentar hacerlo con buenas sensaciones para así curarse las heridas de la derrota del pasado sábado en el campo del Atlético de Madrid (2-0).

La necesidad también era una obligación en esta máxima competición continental al medirse a un rival que según los pronósticos es el más débil del grupo E, mientras que el Sevilla, tras arrancar la fase con un valioso empate en Liverpool (2-2), busca el pelearse las dos plazas que dan acceso a octavos con el conjunto inglés con permiso del Spartak de Moscú. La formación que entrena el argentino Eduardo Berizzo, quien no pudo ver el partido en el banquillo al estar sancionado por su expulsión en la primera jornada en Liverpool, no lo vio claro ante un Maribor que, como se preveía, estuvo muy retrasado dejando hacer al rival pero sin que el juego lento de éste le pusiera en demasiados apuros.

Joaquín Correa cerca de la media hora desequilibró al irse de todos los que le salieron al paso y dejársela a Ben Yedder, quien solo tuvo que empujarla para poner el 1-0, su cuarto tanto este curso en la 'Champions'. Once minutos más tardes, el propio Ben Yedder aprovechó otro balón, esta vez de Franco Vázqueza para hacer el 2-0 antes del descanso. A siete minutos del final el delantero redondeó la noche al transformar un penalti cometido sobre Corchia.