El Valencia Basket de Vidorreta cerró ayer un 2017 de ensueño al ganar su primera Supercopa Endesa en el feudo del Herbalife Gran Canaria por 63-69, en la que fue su cuarta final consecutiva tras disputar la pasada temporada los títulos de la Copa del Rey, Eurocopa y Liga Endesa.

El conjunto valenciano protagonizó esta nueva gesta en una competición en la que no participaba desde hacía tres ediciones y, con su triunfo, ha alargado la maldición de todos los anfitriones de la Supercopa que, como ayer le ocurrió al «Granca», siguen sin hacer valer los factores cancha y afición.

El encuentro comenzó de manera completamente opuesta al de la semifinal ante Unicaja. El Valencia Basket solo anotó tres de los primeros 11 lanzamientos que intentó y el Herbalife cogió una ligera ventaja (7-13). Sin embargo, la defensa mantuvo en el marcador a los de Txus Vidorreta, y tras un parcial favorable se ha llegó al final del primer cuarto con 13-13.

En el segundo cuarto las luces se le apagaron casi del todo a los «taronja». Un parcial de salida de 4-19 permitió al conjunto canario alejarse en el marcador hasta el 17-32, pero de nuevo una ligera reacción del Valencia le devolvió al partido, yéndose al descanso por debajo de la barrera de los 10 puntos (23-32).

Pintaba mal el partido para el Valencia, pero tras el descansoapareció San Emeterio, con su enésimo recital , para remontar y poner al cuadro «taronja» por delante mediado el tercer cuarto (41-37). Un festival ofensivo que se vio detenido de manera forzosa cuando el cántabro se lesionó. A partir de ahí, el Herbalife se enganchóy se puso de nuevo por delante.

En el último cuarto, la veteranía del cuadro visitante se impuso y con una gran aparición de Green en los minutos finales, la victoria y el título fueron para Valencia.