La era Galiana, avalada por escasamente tres sesiones de trabajo, arrancó contra el Formentera manteniendo la dinámica de empates de su predecesor en el banquillo del Alcoyano, Toni Aparicio. El técnico murciano mejoró la imagen colectiva, especialmente en el primer acto, pero la falta de definición en los metros finales impidió retirarse al descanso con ventaja.
Galiana, siguiendo el patrón revelado en la rueda de prensa previa, apostó por un «once» que perfectamente podría haber firmado Toni Aparicio. Las dos únicas variantes tuvieron como protagonistas a Navarro que, recuperado de la sobrecarga muscular, se adueñó de nuevo del lateral zurdo, mientras que Álvaro García, por su parte, recobró el protagonismo en la banda derecha por la obligada ausencia de Gato. La lesión de Mario Fuentes (25'), no obstante, obligó al técnico Galiana a realizar la primera permuta. Pau Bosch se incrustó en el eje de la zaga junto a Cristian Galas.
El Deportivo se aclimató con rapidez a la superficie sintética del campo Sant Francesc, nada que ver con las dos últimas temporadas, generando situaciones de peligro sobre la portería de Marcos Contreras cimentando en contragolpes rápidos y bien definidos por medio de Jose García, por partida doble, y David Torres. El delantero de Petrer tuvo en sus botas la oportunidad de deshacer el empate con un control orientado y posterior disparo con pierna izquierda que envió a córner el portero balear. La falta de acierto metió de nuevo en el partido al Formentera disfrutando de dos buenas ocasiones en la recta final. Miguel Bañuz respondió con seguridad ante los disparos de Kingsley y Nando Quesada.
El Formentera, pese al esfuerzo extra cuatro días antes en la Copa del Rey, arrancó el segundo período con más intensidad, pero también careció de acierto en las cuatro llegadas consecutivas al marco de Bañuz.
Galiana sostuvo la medular con el relevo de José Miguel Cubero por López Silva, pero faltó profundidad para mejorar el empate. El lateral Navarro, en una acción de ataque aislada, a punto estuvo de conseguirlo con un lanzamiento que salió excesivamente cruzado.
