Agustinos de Alicante consiguió ayer su tercer triunfo consecutivo en División de Honor Plata tras vencer por 37-34 al filial del Barcelona ante un Pitiu que rozó el millar de espectadores. Con estos dos puntos, el cuadro alicantino se mantiene colíder de la categoría con 6 puntos empatado con el Cisne Colegio los Sauces de Pontevedra.

La afición esperaba un gran partido y el juego desplegado por ambos equipos no defraudó las expectativas. Las cerca de mil personas que se dieron cita en el feudo tricolor disfrutaron de un auténtico festival ofensivo, con acciones espectaculares y goles de gran factura por ambas escuadras. Hay partidos que se ganan desde una férrea defensa y otros, como éste, en los que debes ser el mejor equipo en ataque para llevarte los dos puntos.

El partido fue muy disputado en los primeros parciales (4-4 min. 8) con ambos equipos anotando con facilidad en un intercambio de golpes. Una exclusión por el lado azulgrana fue aprovechada por Agustinos para abrir una pequeña brecha de dos goles en el luminoso (6-4 min.10). El Barça B intentó siempre imprimir velocidad al choque y sacar beneficio de su juego en transición. Sin embargo, el cerebro agustino, Dídac Villar (5), fue el protagonista en esta parcela y marcó en todo momento el ritmo del encuentro.

Su gran visión de juego y las múltiples asistencias de gol a sus compañeros fueron claves para que Agustinos se fuera cinco arriba (10-5, min.15) y rompiera la dinámica del partido en favor de los locales.

Los hombres de Óscar Gutiérrez supieron manejar esta ventaja durante toda la primera parte. Los sucesivos tiempos muertos solicitados por el técnico culé no surtieron el efecto esperado en las filas azulgranas. A partir del minuto 20, el Barça B encontró el gol con más facilidad y rapidez. Sin embargo, el cuadro catalán fue sido incapaz de parar el ataque agustino que respondió con la misma moneda a cada gol «culé». Al descanso se llegó con el 19-15 que llenó de esperanzas a la parroquia alicantina.

Esperanzas que se hicieron realidad en la segunda mitad. Agustinos continuó con su efectividad en la parcela ofensiva, salvando los continuos obstáculos que Roi Sánchez ponía en el camino. El técnico del filial culé cambió su defensa a un 5-1 y después a un 4-2 muy presionante sobre los catalanes Dídac y Natan Suárez (8) para robar balones y salir a la contra con su estilete Mamadou Lamine (5) al frente. Lejos de obtener el resultado previsto, el Barcelona no pudo reducir la efectividad de los alicantinos. El ataque tricolor mantuvo las conexiones en seis metros con el pivote Iván Montoya (8) que convirtió en gol o en pena máxima cada balón.