El Alcoyano ha experimentado un cambio radical en El Collao, propio de un reality televisivo, en apenas cuatro meses. Ha pasado de ser un equipo sólido, intenso, y con sobrada capacidad para superar todo tipo de adversidades a ser excesivamente vulnerable, previsible y falto de recursos en las transiciones. Con todo, el equipo de Toni Aparicio encontró en la expulsión de Raba (42') a su mejor aliado para, al menos, adjudicarse un punto y salvar los muebles en un partido que se había puesto cuesta arriba con el tanto de Dalmau.

Aparicio, consciente de la importancia del duelo para su futuro personal, apenas varió el once con respecto al último compromiso liguero. Cristian Galas ocupó el lateral zurdo para cubrir la baja por lesión de Navarro, mientras que, en contra de lo previsto, optó por mantener bajo los palos a Miguel Bañuz, de nuevo determinante para mantener vivo el equipo antes del descanso.

El filial del Villarreal no sorprendió de salida. Se adueñó del balón en el primer acto obligando a los futbolistas del Alcoyano a realizar un esfuerzo físico extra. Aún así, avisaron primero los blanquiazules con dos disparos lejanos por medio de David Torres y Omgba que no encontraron portería. La irrupción de Raba decantó la balanza a favor del cuadro castellonense. El extremo aprovechó el enorme pasillo que le dejó la zaga para colarse hasta el interior del área. Algo trompicado cedió el esférico a Dalmau que marcó a puerta vacía.

El empate estuvo a punto de llegar a balón parado, pero el lanzamiento de Mario Fuentes se estrelló en el travesaño y se topó después con los reflejos del portero Diego Fuoli. Dos rápidas arrancadas de Raba enmudecieron a la grada puesto que a punto estuvieron de sentenciar el choque antes del descanso. Miguel Bañuz desbarató el doble mano a mano con el futbolista amarillo renovando los votos para seguir gozando de la titularidad. Raba, el mejor hombre de ataque de los amarillos, vio el camino de los vestuarios al filo del descanso por doble amonestación favoreciendo el cambió de guión en el segundo acto.

Toni Aparicio buscó más creatividad en la medular con la incorporación del costarricense José Miguel Cubero. El empate, no obstante, llegó a balón parado. Gato sacó una falta lateral al interior del área que Javi Ribelles cabeceó abajo, junto a la cepa del poste. Las tablas despertaron a la grada que llevó en volandas al equipo hacia el área del Villarreal B. Álvaro, rescatado del ostracismo, aportó más movilidad por banda aunque el equipo volvió a evidenciar falta de recursos para colocar el esférico en el interior del área, abusando del bombeo. Con todo, el Alcoyano embotelló al filial en la recta final del partido, aunque la mejor ocasión para dejar los puntos en casa se gestó desde fuera del área. Gato, que sigue reñido con el gol, soltó un gran disparo desde lejos obligando a Diego Fuoli a lucirse enviando el balón a saque de esquina. El Alcoyano sólo ha sumado 2 de los últimos 9 puntos.