Intensidad y actitud desde el primer instante, ingredientes que se echaron a faltar la semana precedente en el duelo contra el Cornellà, fueron los pilares en los que se apoyó el Alcoyano para sellar el empate en el feudo del Ebro. El equipo de Toni Aparicio mostró su versión más guerrera para aclimatarse con rapidez a la superficie sintética y a las reducidas dimensiones del terreno de La Almozara. Ayer, además, el viento se sumó a la cita dificultando más si cabe el fútbol combinativo. El empate, en cualquier caso, tuvo un efecto balsámico puesto que erradicó de un plumazo la dinámica negativa de resultados -dos derrotas consecutivas en Liga y Copa- favoreciendo el ambiente de cara a la próxima visita del filial del Villarreal.

Toni Aparicio, limitado por las lesiones de Mariano Sanz y Roberto Alarcón y la falta de ritmo de futbolistas como José Miguel Cubero y Lado, optó por repetir el «once» de la Copa del Rey. La continuidad de Javi Ribelles aportó más presencia y trabajo en la medular. Gato, cada vez más cerca de su mejor versión, se asoció continuamente con López Silva y Jose García, algo intermitente.

La defensa, exceptuando algunos errores puntuales propios del terreno y de las rachas de viento, recordó a la del curso pasado con la mención especial para el portero Miguel Bañuz, perfecto en todas sus intervenciones.

La lesión de Navarro (25') fue, sin duda, el único lunar. El lateral volvió a sufrir una sobrecarga muscular al filo de la media hora. Pau Bosch, prácticamente sin calentar, ocupó la demarcación de central desplazando a Cristian Galas al lateral zurdo. De este modo, Aparicio mantuvo el dibujo inicial pese al contratiempo.

El conjunto aragonés, perfecto conocedor del escenario, arrancó el duelo mejor posicionado, adueñándose de las segundas jugadas. Con todo, el Deportivo lo mantuvo alejado del área hasta el minuto 34. El lateral Diego Simón, convertido en extremo, habilitó un balón al interior del área que Regino picó de cabeza buscando la base del poste. Miguel Bañuz, atento, metió la manopla transformando el peligro en saque de esquina.

El Deportivo, por su parte, también generó una situación de peligro por medio de Jose García que disparó excesivamente cruzado.

El equilibrio se acrecentó en el segundo acto. El Alcoyano, no obstante, siguió con el mono de trabajo enfundado como dejó patente Gato a las primeras de cambio. El punta robó el balón a Pajarero sobre la línea de fondo dirigiéndolo al punto de penalti donde David Torres engatilló un disparo demasiado suave. La réplica llegó por medio de la estrategia. Adri Cuevas ejecutó un saque de esquina que Regino dirigió a la cruceta, aunque sin éxito.

Con el choque agonizando se gestaron las dos oportunidades más claras para desequilibrar el marcador, una por bando. El costarricense José Miguel Cubero, apenas hacía un minuto que había ingresado en el campo, enganchó el esférico desde fuera del área con la mala fortuna de que impactó en el poste con Salva batido. La rápida transición del Ebro estuvo cerca de aprovecharla Salinas. Incomprensiblemente, disparó a las nubes libre de marca en la frontal de la pequeña.