Eurobasket

Sergio Rodríguez 'Chacho' y Ricky Rubio lideraron, en los últimos minutos del partido contra Croacia, una victoria racial de España por 73-79 en un partido que se fue calentado a lo largo de los minutos y que pasó de banal a sustancial por la competitividad de los jugadores españoles.

La mala puesta en escena de la selección española sorprendió a todos. A falta de cuatro segundos para cumplirse los cinco primeros minutos de juego Pau Gasol se colgaba del aro para anotar la primera canasta del equipo, 10-3.

Casi un minuto antes, Ricky Rubio anotó el primer punto de España en una pájara ofensiva y defensiva generalizada. La puntería en ataque no era la adecuada y la defensa no conseguía engranarse en la frecuencia adecuada para rendir acorde a lo mostrado en los partidos anteriores.

Cuando atrás se comenzó a funcionar, el partido cambió de signo y con Fernando San Emeterio enchufado en la anotación, la selección española comenzó a recortar diferencias con celeridad, tanto es así que a un segundo para el final del primer cuarto, España consiguió la primera ventaja, con la que acabó el periodo, 20-21.

En el segundo cuarto, ya con las rotaciones a pleno rendimiento, el partido se complicó, se volvió farragoso y no hubo chispa sobre la cancha. Los empates se sucedieron hasta el 28-28 (minuto 15).

Al descanso se llegó con un 32-38, en un partido en el que ambos equipos sabían que había poco en juego, pero al que la rivalidad y la mentalidad competitiva le salvó.

El paso por vestuarios sentó mejor a los croatas, que de la mano de un Dario Saric que supo jugar con eficiencia ofensiva y defensiva bajo los aros, no sólo recortó diferencias sino que volvió a tomar las riendas del partido en la iniciativa y en el marcador, 44-43 (min. 24.10). La permisividad arbitral hizo que la dureza defensiva se impusiera sobre los ataque y que al término del tercer cuarto el resultado fuera de 54-53.

La alternancia en el marcador se convirtió en una constante. Y el cambio de criterio arbitral con las personales complicó más las cosas. Scariolo reconstruyó el quinteto inicial y en poco más de dos minutos consiguió la selección española una ventaja notable para esas alturas de partido, 63-68. La defensa española volvió a funcionar, maniatando a Bojan Bogdanovic y Saric, pero los árbitros pitaron al final dos absurdas técnicas seguidas a Pau Gasol y a Scariolo. Del 63-68 se pasó al 67-68 con minuto y medio por delante. Entonces apareció la seguridad de Sergio Rodríguez para anotar puntos vitales.