El Sevilla y el Espanyol empataron 1-1 en el Sánchez Pizjuán en su estreno liguero, en un partido que adoleció de brillantez en el juego y de más profundidad, y en el que los dos equipos notaron la falta de ritmo propia de estas fechas.

El choque tuvo un periodo para cada conjunto, pues los catalanes estuvieron mejor en una primera mitad en la que se adelantó el Sevilla con un gol del galo Clément Lenglet, luego neutralizado con el 1-1 por el brasileño Leo Baptistao a diez del descanso, mientras que en el segundo apretaron más los hispalenses, que incluso mandaron un balón al palo por medio del colombiano Luis Muriel.

Ambos equipos encaraban con ilusión un estreno en Liga que era la repetición del mismo arranque de la pasada, un partido loco y raro que acabó con triunfo local por 6-4, y que para el Sevilla suponía el inicio de la 'era Berizzo' en el torneo liguero.