Tremendo descenso Internacional del Sella. La emocionante 81º edición dejó una mañana de competición emocionante. Y que terminó con la octava victoria consecutiva del riosellano Walter Bouzán Sánchez y el gallego afincado en Asturias Álvaro Fernández Fiuza. Ya desde la salida se pudo comprobar que iba a ser una jornada de infarto. Bouzán y Fiuza llegaban a la localidad asturiana como máximos favoritos. Todo ello tras ganar las siete ediciones anteriores y con una gran cantidad de podios a sus espaldas. No obstante, tras el pregón de Saúl Craviotto, en la salida de los palistas ya se pudo comprobar lo que iba a dar de sí el día.

Comenzaron dominando Julio Martínez y Emilio Merchán. Los de Arriondas impusieron un duro ritmo en los primeros compases de la prueba. El resto, trataba de seguirles. Los favoritos se instalaron en la segunda posición. Sin perderla de vista, remaban con fuerza para no perder comba con la cabeza.

Fue a la altura de la zona de la Requexada, cuando se produjeron cambios en los primeros puestos del K2. Mientras Fiuza y Buzán seguían en la segunda plaza, el primer puesto fue para Leonel Ramalho y Emilio Merchán. A la tercera posición fueron los que anteriormente habían liderado: Julio Martínez y José Julián Becerro. Sin embargo, pasados 45 minutos de prueba no había nada claro. El pódium se iba a dilucidar en los metros finales.

Antes de llegar a los campos de Ova, la clasificación en el K2 dio un nuevo vuelco. Ahí sí, Fiuza y Bauzán consiguieron lograr la primera plaza, tras más de 40 minutos remando por detrás. A falta de 4 kilómetros, consiguieron mantener esa ventaja. Mientras tanto, en K1 David Rodríguez Dorado se movía con autoridad. Perseguido por Alberto Plaza.

A falta de cuatro kilómetros para el final, el pódium se apretó. De las cuatro piragüas se pasó a las cinco que aspiraban a entrar entre los tres primeros. Bauzán y Fiuza eran primeros. Los Amedo, segundos. Ramalho y Emilio Merchán, terceros. Cuartos, Julio Martínez y José Julián Blanco. Y la sorpresa desde el quinto puesto: Luis Amado y Miguel Llorens que querían optar al honor de llegar entre los tres primeros.

La emoción duró hasta el final. Hasta el punto de que estamos hablando de uno de los Sellas más impresionantes de los últimos años. Todo se decidió en los últimos metros. La ironía no deja de estar presente. Lo que se ha remado durante una hora se decide corriendo. En la Isla de la Boticaria, aún podía haber cambios en la primera plaza. La estrategia de Bauzán y Fiuza fue clave en el porteo. Y de esa forma lograron escribir con letras de oro un nuevo capítulo en su historia. El octavo.