Vanessa Amorós, medallista olímpica en Londres 2012, volverá a la práctica del balonmano a los 35 años tras llevar retirada desde 2014 y haber sido madre en este periodo. La jugadora militará en el primer equipo del Elda Prestigio, que milita en el Grupo C de la división de honor plata y que aspira al ascenso a la Liga Loterías.

Vanessa comenzó a jugar a balonmano a los 8 años en los equipos de base del Club Balonmano Elche y con 15 años ya debutó con la primera plantilla del Elche. Fue internacional juvenil, júnior y absoluta y alcanzó con las Guerreras el bronce en el Mundial de Brasil de 2011 y la misma medalla en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

A los 22 años había fichado por el Elda Prestigio donde militó seis temporadas, desde el 2004 al 2010, para después jugar en el Mar Alicante y posteriormente por el Mecalia Atlético Guardés. La maternidad le llevó a colgar las zapatillas a pesar de que nunca dejó de tener contacto con el balonmano, ya que al poco tiempo se decidió a entrenar a las categorías inferiores del Elda Prestigio.

Vane, que también fue olímpica en los Juegos de Atenas 2004, compaginará esta nueva etapa como jugadora con su cargo de preparadora del cadete B del Elda Prestigio