El próximo 30 de julio, el ilicitano Daniel Parres, un histórico de los deportes náuticos, competirá en el Campeonato del Mundo de Stand Up Paddle, que se celebra en Hawaii.

Daniel Parres, después de una larguísima trayectoria en copa del mundo de windsurf, dedicó su actividad deportiva a cumplir retos náuticos. Entre otros muchos hitos, fue el primer español en enfrentarse con los aparejos de windsurf a la mítica ola Jaws (mandíbula), que aparece pocas veces a lo largo de un año en Maui (Hawaii) e introdujo el kitesurf en España. Desde hace tres años vive centrado en la práctica y enseñanza del Stand Up Paddle (SUP).

Esta experiencia en el mundo del mar ha sido la que le ha llevado a ser seleccionado para participar en la Molokai2Oahu, una prueba que es mucho más que una competición deportiva.

Molokai2Oahu

Molokai2OahuLa Molokai2Oahu rememora las tradiciones ancestrales hawaianas y tiene un componente espiritual tan importante como el deportivo. La prueba, el campeonato mundial de SUP, consiste en atravesar remando sobre una tabla de SUP el canal que une la isla de Molokai con la de Oahu. Son 32 millas (51,5 km) en las que el mar con sus olas, las corrientes y el viento crean unas condiciones tremendamente exigentes, que requieren una preparación física y mental y un conocimiento y lectura del mar al alcance de muy pocos deportista. Y este saber, junto con la trayectoria en el mundo del SUP, es lo que valora la organización a la hora de seleccionar a los participantes.

Cuenta Daniel Parres que lleva tres años centrado en el SUP no solo por el bienestar que le produce sino sobre todo porque este deporte le conecta más con el mar, le lleva a descubrir cada día algo nuevo del mar y a fusionarse con él encima de su tabla. Y como lo que a él le mueve deportivamente son los retos, esas dos circunstancias le hizo plantearse la aventura de remar en el pacífico durante unas 6 horas para el año 2018. Pero impulsado por dos pioneros del SUP en España, Fernando Labad y Guillermo Peña, con el apoyo de otro participante español, Bélar Díaz, y el soporte técnico de Naish y Quickblade planteó la candidatura para este año y consiguió ser seleccionado.

Ahora solo quiere disfrutar la aventura y volver a sus centros náuticos con la bolsa estanca llena de nueva experiencia para poder comunicarla a todo su entorno, para poder enseñar más y mejor todos los deportes de deslizamiento en el mar y sobre todo para transmitir lo que más le gusta en el mundo el amor al mar y la fusión con él.