De nuevo la piscina municipal del Tossal ha tenido que ser cerrada al público. Esta vez por la presencia de heces en el agua tras entrar unos vándalos de madrugada y defecar en el agua aprovechando la ausencia de seguridad. El suceso es habitual todos los veranos aunque esta temporada todavía no había sucedido. Aunque desde la concejalía se apunta a que existe una importante alarma en el perímetro de la piscina, los vándalos consiguieron sortearla y hacer sus necesidades dentro de la piscina. La instalación está cerrada al público hasta que se acaben de limpiar los excrementos.