La clase magistral con el prestigioso entrenador catalán Manuel Villarroya, el regalo de los padres de Andrea Silva por su noveno cumpleaños, cambió radicalmente el destino de la patinadora alcoyana. El técnico de l'Aldea captó de inmediato su enorme potencial solicitando más horas de trabajo para forjar una futura campeona, como así fue con el título nacional alevín de 2010.

Desde entonces, Andrea distribuye su tiempo entre los viajes en tren, las pistas de patinaje y el IES Cotes Baixes, donde acaba de cursar primero de bachillerato con un excelente expediente académico. Superado con éxito el reto de colgarse la segunda medalla de oro en el ámbito estatal, entrena más duro si cabe en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat para conquistar a los jueces en el inminente Europeo de Asiago (Italia).

¿Cuándo y dónde comenzó a practicar el deporte del patinaje artístico?

Desde muy pequeña, a la edad de 7 años. Empecé en el Club Patinaje Artístico Santa Rosa de Alcoy hasta que surgió la posibilidad de trabajar con mi actual entrenador.

La relación con Manuel Villarroya tiene que ver con su cumpleaños...

Mi padre contactó con él por correo para ver si podía subir a l'Aldea un fin de semana como regalo por mi noveno cumpleaños. Después de compartir unas horas con él dijo que quería seguir entrenándome y ya llevamos juntos ocho años.

¿Cuánto tiempo destina a los entrenamientos para ser campeona de España?

Normalmente voy a l'Aldea dos o tres fines de semana de cada de mes. A la semana dedicó a perfeccionar entre 15 y 20 horas, depende.

El patinaje ocupa mucho tiempo de su vida. ¿Qué tal con los estudios?

Por ahora bien, la verdad. En septiembre comenzaré con segundo de bachillerato. Normalmente estudio en casa y cuando tengo que ir a entrenar a l'Aldea aprovecho las horas de tren. Asiduamente voy a las clases, aunque suelo faltar los viernes por el desplazamiento.

Tuvo que remontar para erigirse como la mejor patinadora juvenil de España. ¿Cómo fue?

En el programa obligatorio quedé séptima porque tuve un par de fallos. Luego escalé posiciones en el programa libre hasta quedar primera.

¿Cuál es su objetivo en el corto plazo?

Dentro de tres semanas está el Europeo de Italia y me gustaría quedar entre las cinco o tres primeras. Subir al podio sería lo máximo para mí en estos momentos. Si sale todo muy bien puede que lo consiga.

¿Repetirá la coreografía del campeonato de España?

Sí, claro, aunque en este caso asegurando mucho más.

¿Son más exigentes los jueces en un Europeo?

El sistema de puntuación es el mismo, pero al ser cada uno de un país todo ha de salir perfecto.

¿Cuáles son las patinadoras a batir?

Las italianas que, además, tienen la ventaja de competir en casa. Casi siempre copan los primeros puestos.

¿Qué sueño le gustaría cumplir?

Ir al Mundial del año que viene. Competiré en la categoría júnior y podré conseguirlo si quedo primera o segunda en el campeonato de España. Actualmente, como juvenil, a lo máximo que puedo aspirar es a representar a España en el campeonato de Europa, donde fui octava el pasado año. Tengo muchas ganas de seguir creciendo.