Reúne todas las características para triunfar. Humilde, constante y con ambición para superarse constantemente. Apodado cada vez con más frecuencia «Super» Ureña, da motivos para ello. El atleta de Onil buscará con descaro una medalla en los Juegos de Tokio y desquitarse de esta forma de su accidental ausencia en Río. Pero la aventura olímpica aún queda lejos y el presente es lo que esté llevando a este estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte a ser noticia en cada reunión en la que participa. La última en Huesca, donde fue la sensación y con una soberana actuación llevó a España de regreso a la Superliga europea.

El colivenc consiguió la mínima para el Mundial, uniéndose al también alicantino Daniel Andújar. Con una suma de 8.121 puntos en el decatlón-necesitaba 8.100 para Londres-, el atleta se situó quinto en la lista española de todos los tiempos. Por delante, palabras mayores: Francisco Javier Benet, plusmarquista español con 8.526 desde hace 19 años, Antonio Peñalver, Pau Tonnesen y Jaime Peñas.

«La verdad es que no me lo esperaba, venía de una lesión y pensaba que no iba a ser capaz, pero luego me salió muy bien», afirmó ayer Ureña, que entrena a las órdenes de su padre y de Jesús Gil.

El alicantino cuajó una gran actuación que le llevará a Londres. El año pasado se quedó muy cerca de la mínima olímpica, pero esta vez lo ha logrado, con parciales de 11.06 en 100 metros; 7,33 en longitud; 14,36 en peso: 2,04 en altura; 49.62 en 400; 14.22 en 110 m vallas; 37,56 en disco; 5,00 en pértiga; 57,78 en jabalina y 4:24.12 en 1.500.

Necesitaba correr el 1.500 en 4:27.28 o menos, para lo cual Ureña recibió la ayuda de otro español, Mario Arancón, que tiró durante 800 metros. A partir de ahí el alicantino tomó la cabeza de la prueba y cabalgó en solitario camino de la victoria individual y de la mínima para Londres.

«Este resultado me da mucha confianza pero todavía tengo que mejorar mucho los lanzamientos para poder optar a algo en el Mundial», señala el atleta de Onil, que se marca como objetivo acabar entre los primeros. De medalla prefiere no hablar. «Viene gente muy buena y el objetivo debe ser mejorar mis marcas», comenta con humildad el que hasta el año pasado era compañero de entrenamiento del también colivenc Eusebio Cáceres, ahora en Madrid luchando por hacer la mínima en Longitud.

Con tres horas diarias dedicada a los entrenamientos, trata de compaginar con sus estudios en la UCAM. «Es muy complicado, pero lo estamos intentando»,señala. Su próxima cita es el campeonato de España, donde participará en pruebas sueltas para preparar el Mundial.