Después de cuatro años apartado del tenis de alta competición y dedicado por entero a carreras de de montaña, Sergio Gutiérrez Ferrol, Guti (Alicante, 5-III-1989), ha vuelto a coger la raqueta para competir en el circuito profesional. Y lo ha hecho a lo grande. Sólo en el último mes ha conquistado el Futures de Túnez y fue finalista en el de Barcelona. Aunque son los torneos del escalafón más bajo de la ATP, Guti ha vuelto con ímpetus renovados y a sus 28 años asegura que se encuentra en el mejor momento de su carrera de ida y vuelta a las pistas.

El tenista alicantino, que fue 173º del mundo en 2012, «colgó» la raqueta un año después desmoralizado por una grave lesión de rodilla que le mantuvo ocho meses en el dique seco. Una vez recuperado, comenzó a correr como método de rehabilitación y se «enganchó» de lleno a las carreras de montaña de alta exigencia.

Pero no llegó a abandonar del todo la práctica del tenis porque se convirtió en monitor del Club 40-15 de Mutxamel y ejercía de «sparring» de profesionales de la ATP como Roberto Bautista, con el que sigue entrenándose ahora, y Guillermo García-López.

«Ahora estaba entrenando a Rafa Moreno y me apunté a alguno de los torneos nacionales a los que le acompañaba casi por matar el gusanillo», comentaba ayer Guti para explicar su «rentrée» a las pistas. «Como me iba bien en los partidos y disfrutaba de nuevo del tenis, poco a poco me fui animando para volver a la competición».

Pero el tenis es un deporte caro para dedicarse por entero a la raqueta y fue determinante el apoyo económico de su amigo Jesús y de firmas como ArtroSport y Deaquiparafuera. «Gracias a ellos me planteé entrenarme en los Futures para coger nivel de cara al circuito Orysol de este verano porque no pensaba que me fuera a ir tan bien», matiza Guti.

Tan bien le ha ido que en los cuatro últimos Futures en los que participó ganó el título de Túnez y fue subcampeón en Barcelona. Semanas antes, en febrero, ya apuntaba alto y dio la sorpresa en Cartagena al conquistar la Copa Challenge.

«Decidí que para volver a la alta competición el mejor entrenamiento era competir; y aquí estoy», añade Gutiérrez, que ahora prepara con su hermano Adolfo en el 40-15 los tres torneos del Orysol que se disputarán en julio en Gandía, Dénia y Xàtiva.

El regreso a las pistas le ha obligado a «aparcar» sus carreras de montaña, «aunque las echo de menos y vuelvo siempre que puedo, pero, lógicamente, a otro ritmo y con menos exigencia». Y en cuanto a las sensaciones y el exigente nivel técnico, táctico y mental que requiere el tenis, asegura que se encuentra «mejor que nunca». «La técnica se conserva, no se pierde y lo que más cuesta al principio es recuperar la fuerza y la potencia, pero ya las voy cogiendo», indica.

Además de su propia fuerza de voluntad, el tenista alicantino reconoce que la ayuda de su amigo Roberto Bautista Agut ha sido fundamental para su vuelta. «Roberto confía en mí más que yo mismo; me apoya y me anima y para mí es un modelo y un referente».

De momento se centra en las pistas de tierra y aplaza las duras «para que sufran menos las rodillas y seguir ganando confianza». Y una vez de vuelta, se pregunta: «¿Por qué no jugar hasta los 40 años?».