La salud económica de la NBA pasa por el mejor momento de su historia. Los acuerdos de retransmisión y publicitarios son cada vez más elevados y el primer contrato de 200 millones de dólares en el mundo de la canasta está al caer. Quizá llegue con la renovación de Stephen Curry, base estrella de los campeones Golden State Warriors. La competición no para de crecer y aprovecha mejor que ninguna las herramientas que le ofrece el mundo global para ganar adeptos en cualquier parte. Desde América Latina hasta Asia pasando por el Puerto de Alicante, cualquier rincón es válido para expandir el producto.

La NBA Zone que hasta el domingo permanecerá instalada en la Zona Volvo está haciendo las delicias de los fanáticos del deporte yanqui. Para ello recurre a sus argumentos más espectaculares: mates bestiales, mascotas que hacen acrobacias, música de dj, concursos, sorteos y un padrino con pedigrí en la competición, Harrison Barnes, alero titular de los Dallas Mavericks y, hasta la temporada pasada, jugador de los Warriors, el equipo del momento.

Centenares de aficionados se han congregado hoy en la NBA Zone para vivir una experiencia que trata de acercar al público a todo lo que rodea a un partido de la Liga. Desafían al calor para seguir desde las gradas de la media cancha de baloncesto que se ha instalado los números que se van sucediendo uno detrás de otro. Los seguidores, de todas las edades, dan colorido a este tipo de citas, sobre todo al lucir camisetas de varias franquicias. Muchas de los Warriors, como no podía ser de otra forma, pero también de los Thunder de Westbrook, de los Heat de la época en la que LeBron James jugaba allí o de los míticos Lakers.

Barnes ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a la cita. Lo ha hecho acompañado por el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, y el director de zona de BBVA, Jaime Rubio. Una vez cumplido con el protocolo, ha entado en escena Rumble the Bison, la mascota de los Thunder. Con él se ha desatado la locura. Han subido los decibelios de la música del dj y de una grada que gritaenfervorizada para que el bisonte le lance un regalo con el logotipo de la NBA. Cualquiera es válido, desde un llavero hasta unos calcetines. Después ha llegado el espectáculo de los Dunking Devils, un equipo de especialista en la suerte del mate que ha dado paso al momento de mayor espectáculo.