«No he ganado, pero he aprendido de este torneo y sobre todo hoy. Los detalles, esos son la clave! A seguir puliendo #EstoAcabaDeEmpezar». Es el mensaje que subió a su twitter el torrevejense Nicola Kuhn poco después de perder el sábado la final individual júnior de Roland Garros frente a Popyrin. Además de revelar un carácter ambicioso, autocrítico y ganador, el texto era premonitorio porque apenas tres horas después Kuhn se proclamaba campeón del torneo de dobles junto al húngaro Piros.

Si Rafa Nadal se consagró ayer como el «rey de la tierra» en Roland Garros, es razonable que este rubio de origen alemán de 17 años, afincado en Torrevieja desde los tres meses, pueda ser considerado como el príncipe del torneo parisino tras disputar en un mismo día las dos finales del campeonato júnior más prestigioso del mundo sobre tierra.

«No hay decepción, he hecho un gran torneo», destacó el jugador nacido en Insbruck (Austria) durante unas vacaciones de sus padres, alemán él y rusa ella. El cansancio del doble cuadro y las tres horas de su durísima semifinal le pasaron factura a Nico, que desde la pasada medianoche descansa unos días en Torrevieja.

A la espera del reconocimiento oficial que le brinde el Ayuntamiento salinero en los próximos días, su «segunda casa», el Club de Tenis Torrevieja, ya le prepara otro homenaje el próximo sábado. «Le recuerdo en las pistas del club desde que apenas tenía cinco años», comentaba ayer Humberto Zuleta, vicepresidente de la entidad. «Solo o acompañado de sus amigos, siempre estaba con la raqueta y empezaba a demostrar el gran competidor que llevaba dentro».

Amigo de sus amigos de toda la vida, «con los que siempre está en el club», Nicola comenzó a competir en carreras de karts antes de dedicarse por entero a la raqueta. No obstante, aún conserva su pasión por los coches; y especialmente los de alta gama. Y si es Ferrari, aún más. «Este no es el KIA de mi madre», bromeó Kuhn hace unas semanas después de probar un Porsche en las inmediaciones del club.

El vicepresidente Zuleta, que le acompañó a muchos torneos en su etapa de formación desde los 10 años, le define «como un chico muy seguro de sí mismo y muy comunicativo». Sus habilidades comunicativas le permiten hablar a la perfección cuatro idiomas -español, alemán, inglés y ruso- y es frecuente escucharle las palabras, el acento y los giros propios de la Vega Baja.

Admirador del serbio Novak Djokovic, al que se le parece en el juego y le da un aire físico en su rostro afilado, Kuhn está deseando conocer en persona a Nadal, con el que puede cruzarse en breve en competición oficial. Porque Nicola ya compite en el ránking absoluto de la ATP como el jugador 530 del mundo. En mayo subió 81 puestos tras ganar el torneo húngaro de Zamardi y estuvo a punto de entrar en el cuadro principal del Masters 1.000 de Madrid. «No pidas silencio, hazles callar» es el lema de su perfil de twitter. Y en eso está Nico.