Una temporada más tendrá que esperar el Sporting Plaza Argel para lograr el ansiado ascenso a la Liga Iberdrola, la máxima categoría del fútbol femenino español. Las alicantinas tenían un enorme reto ante el Madrid CFF, gran favorito para lograr el salto de categoría que acabó haciendo buenos los pronósticos, amparado en su mayor fortaleza física. Las jugadoras amarillas esperaban ganar para apurar sus opciones hasta la última jornada, mientras que a las blancas les bastaba con conseguir un empate en su visita a Divina Pastora, resultado que reflejó el marcador tras un emocionante encuentro disputado de tú a tú.

No se rindió en ningún momento el SPA en un partido que empezó a toda mecha. Antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos ya se habían marcado dos goles. Se adelantaron muy pronto las jugadoras de Jesús Cañizares. La respuesta del Madrid llegó en la siguiente jugada con el tanto del 1-1. Este golpe no hizo mella en las alicantinas, que fueron capaces de ponerse otra vez por delante en el primer cuarto de hora. Con este resultado se alcanzó el descanso.

Tras el paso por los vestuarios, Eva Navarro, la jugadora más talentosa del SPA, tuvo en su cabeza el 3-1 pero su remate salió demasiado centrado. El Madrid imprimió una marcha más al encuentro y gozó de varias ocasiones, hasta que consiguió el gol del empate que le otorgaba el ascenso. Las jugadoras blancas contaron con el apoyo en la grada de numerosos aficionados desplazados desde la capital. Con el paso de los minutos y la aparición del cansancio, su fortaleza fue imponiéndose.

Las respuestas de las locales eran cada vez menores aunque las jugadoras de Cañizares nunca se rindieron. Sobre todo una Eva Navarro que demostró todo el talento que tiene en sus botas. Cuenta con un futuro muy prometedor en el mundo del fútbol y es una gran noticia para el SPA haberse garantizado su continuidad una temporada más. Su calidad no fue suficiente para derrotar a un rival que el próximo curso competirá en la élite y que ha sido vinculado en más de una ocasión con el Real Madrid, de cara a una posible absorción.

Tras el pitido final hubo sonrisas y lágrimas. Se mezcló la felicidad de las blancas, que celebraron sobre el terreno de juego el ascenso junto a sus aficionados, con la decepción de un SPA que tiene que aplazar su sueño. Las amarillas volverán a intentarlo en el curso 2017/18.