La eliminatoria de cuartos de final de la fase de ascenso a Segunda División se encuentra en el lugar pretendido por el Alcoyano, es decir, con todo por resolver delante de su afición. El empate sin goles contra el Cartagena generó el caldo de cultivo idóneo de cara al choque de vuelta del próximo domingo en El Collao que, con total seguridad, registrará la mejor entrada del curso recreando el ambiente de las grandes ocasiones.

El conjunto departamental trató de contrarrestar a su rival con una defensa formada por 5 hombres, una fórmula sorpresiva por el hecho de actuar de local. Con todo, la tempranera lesión del central alcoyanista Tomás Ruso, apenas se habían cumplido 4 minutos de juego, obligó al entrenador, Toni Seligrat, a variar la identidad de su plan inicial, basado en el habitual 4-4-2. La apuesta señaló de nuevo al canterano Ángel López. El futbolista natural de Sax se incrustó en la medular junto a Jony Ñíguez, una posición que domina a la perfección como demostró recientemente en el estadio José Rico Pérez con motivo del derbi contra el Hércules.

Fran Miranda, acostumbrado a actuar en el eje de la zaga, retrasó la posición para cubrir la ausencia del defensor de Santa Pola. La modificación no alteró en absoluto el perfecto posicionamiento del equipo sobre el impoluto césped del municipal Cartagonova. Incluso, atravesó por su momento de mayor fluidez ofensiva generando ocasiones para adelantarse en el marcador, dos muy claras protagonizadas por los futbolistas más jóvenes del plantel: Jose García y Ángel López.

La primera surgió tras una pared entre Barreda y López Silva que el onubense colocó en el interior del área donde Jose García, de cabeza, obligó a Limones a meter la manopla derecha enviando el cuero a saque de esquina. Después, el navarro desde su posición natural de extremo sacó un centro que fue rematado por Ángel López de forma poco ortodoxa, con la rodilla, y que, nuevamente, obligó a lucirse al meta departamental.

Jose García, auténtica pesadilla de la zaga local, buscó a Navarro que de manera inteligente prolongó el balón sobre Jony Ñíguez. El ilicitano, en inmejorable posición, elevó el esférico por encima del travesaño malogrando otra clara oportunidad. La última corrió a cargo de Mariano Sanz que tampoco culminó entre los tres palos la falta ensayada con origen en la medular.

El Cartagena despertó de su letargo al filo de la media hora de juego. Arturo le robó la cartera a Pau Bosch en el pico del área encarando a Marc Martínez. Por fortuna, el tiro del ariete al palo corto impactó en la madera. El propio Arturo emergió en la acción siguiente para conectar un cabezazo a las manos del portero blanquiazul. El cartagenero, omnipresente en todas las acciones ofensivas, reclamó penalti por un agarrón, mientras que echó el cierre al primer acto con otro testarazo desviado del marco.

Segunda parte

El guión se repitió en el arranque del segundo tiempo. La lesión muscular de López Silva a los 7 minutos, aparentemente menos grave que la de su compañero Ruso, condujo a otra variante obligada. En esta ocasión, Álvaro García ocupó el lugar en el campo del onubense, sin más retoques. El Cartagena, no obstante, salió más enchufado adueñándose del balón para buscar la diana con la que afrontar con relativa calma el choque de vuelta. El cabezazo de Sergio al palo estaba anulado puesto que el esférico había rebasado previamente la línea de fondo a la salida del saque de esquina.

En la acción posterior Quique Rivero enganchó un duro disparo que impactó en el cuerpo de su compañero Isi Ros. Seligrat dio un paso al frente en los minutos finales con el relevo de David Torres por Jose García. Gato, tras una dejada de Mariano Sanz, engatilló un fuerte disparó, mientras que Jony, desde lejos, abortó la última opción.

El Alcoyano, pendiente del alcance de las lesiones de Tomás Ruso y López Silva, hará valer el factor campo para progresar en el camino hacia el ascenso.