Míchel se asoma mañana al escenario donde siempre tuvo que estar. En el centro de la platea. En primer plano, dirigiendo un equipo bonito, en una ciudad de moda, con una oferta cultural de museos sublime y al que Míchel puede unir el fútbol para despuntar por fin y colocar al club en un trampolín interesante que compita de verdad con intensidad en la Liga. Míchel es posiblemente uno de los entrenadores con mayor pasión por el fútbol. Y lo más importante, en un mundo donde la percepción es más importante que la realidad, Míchel convierte su pasión por el fútbol en un efecto mimético. En un contagio imparable donde aquellos jugadores que no disfruten su profesión se van a quitar ellos solos de la alineación.

Míchel está acostumbrado a luchar. Y a perseguir sus sueños con determinación. Desde que se subía a dos buses y a una línea de metro para llegar con ilusión a la antigua Ciudad deportiva del Real Madrid siendo un chaval.

El Madrid enseñó a Míchel a ganar y ganar. A ganar a todo. Día y noche. Al fútbol y a las cartas. Compite con su gen ganador en el deporte y en la vida.

Hay dos caminos de llegar a un club grande como entrenador. Directo al primer plano o comenzando desde abajo. Conduciendo por una autopista de peaje o por una vía alternativa con humildad y sencillez. Míchel está ya cerca de la meta.

Se ha forjado en el fútbol de toda la vida. En el Rayo Vallecano, en el Castilla. Y ahora vuelto a España tras una experiencia vital interesante fuera en Grecia y en Francia.

Ha regresado con el Málaga y lo ha hecho a lo grande. Con buen fútbol, confiando en la gente joven, en futbolistas emergentes y siendo justo en sus decisiones.

El destino le ha colocado en un mapa donde su admirado Real Madrid se juega la Liga. Míchel goza de un prestigio enorme en el fútbol profesional. Se debe al Málaga y su obligación es pelear por el orgullo, por la credibilidad de la industria del fútbol.

El Madrid llega en un momento repleto de excelencia. Con la mejor plantilla de su historia, con opciones dobladas en todo el campo. Es difícil que aquel equipo que se juega el título y depende de sí mismo se deje un título de Liga. Y más si le vale un empate. El Madrid es favorito.

Pero que nadie dude que Míchel cumplirá con su deber de plantear el mejor partido para los suyos. Y de preservar sin duda la pulcritud de la competición. En el 'código Michel' sólo hay sitio para el entusiasmo y la energía positiva. La plantilla del Real Madrid se ejercitó en la ciudad deportiva de Valdebebas con Dani Carvajal avanzando en el proceso de recuperación de su lesión muscular, realizando ya trabajo de campo, mientras el resto de sus compañeros preparó el final de LaLiga Santander y la visita a La Rosaleda.

Carvajal comenzó a realizar carrera continua y apura los plazos de su recuperación para estar listo en la final de la Liga de Campeones, el 3 de junio, en Cardiff.