Rafael Nadal guardó para el final su mejor tenis y se impuso a Albert Ramos, por 6-1 y 6-3 en 76 minutos, en el duelo español de la final del torneo de Montecarlo, para ganar este Masters 1.000 por décima vez.

En su mejor partido de la semana, en su pista fetiche, Nadal conquistó el título 50 sobre tierra batida, con lo que supera al argentino Guillermo Vilas, con uno más, el 70 en total de su palmarés y el 29 Masters 1.000, situándose a uno del serbio Novak Djokovic, en esta categoría.

En una de los tres recintos que mejor conoce y mejor se desenvuelve en el circuito (Barcelona y Roland Garros son los siguientes), Nadal cuajó una soberbia actuación, sobre todo el en el primer set, como si hubiera reservado sus mejores golpes para el esprint final por el título, y no solo para vencer a Ramos, sino también para luchar contra la historia del tenis, pues se ha convertido en el primer jugador en la Era Open en ganar diez títulos en el mismo torneo. Con un 86 por ciento de efectividad en su primer servicio en el primer set, Nadal mandó en el marcador sin que Ramos pudiera hacerle sombra. Pero el de Mataró notó el esfuerzo de sus tres partidos anteriores, disputados todos a tres sets. La parte alta de su muslo derecho se resintió, pidió ayuda al fisio del torneo, tomó pastillas para calmar el dolor, y bastante hizo con mantener el tipo.

Con esta victoria, Nadal rompe su racha, no solo este año, en el que ha perdido las finales del Abierto de Australia, Acapulco y Miami, sino casi un año en blanco, puesto que su último título lo ganó en el Conde de Godó, cuando superó al japonés Kei Nishikori. Para Ramos, que luchaba por convertirse en el primer jugador fuera de los 20 primeros en ganar el título desde 1989 cuando el argentino Alberto Mancini (entonces 31) venció en la final a Boris Becker, el consuelo será aparecer hoy en el puesto 19 del mundo, su mejor clasificación.