Las chicas del Elche Mustang vivieron ayer una tarde inolvidable. Las ilicitanas vencieron, después de remontar en la segunda parte, al Granollers y lograron una victoria que les permite certificar, un año más, la permanencia en la División de Honor femenina. La salvación no es matemática, pero sí virtual.

Además, el triunfo se lo dedicaron a Anna Vicente, que ayer recibió un emotivo homenaje después de decidir su retirada del balonmano en activo por no poderlo compaginar con su trabajo como enfermera.

El encuentro fue bonito y emocionante. Con unas gradas de Carrús repletas de público, porque después del partido de las féminas se disputaba el derbi provincial masculino entre el Elche Vulcanizados Alberola y el Agustinos de Alicante, los aficionados disfrutaron de un gran partidos de balonmano.

Las ilicitanas no comenzaron bien. La defensa, que es una de las virtudes del conjunto de Joaquín Rocamora, no funcionó durante los primeros 30 minutos. Las catalanas comenzaron mejor y fueron abriendo brecha en el marcador hasta situarse con cuatro goles arriba en el minuto 25. Al descanso, el electrónico reflejaba un 12-14 para el Granollers.

Las indicaciones de Rocamora durante el tiempo de asueto surtió efecto y en el comienzo del segundo tiempo, el Elche ajustó su defensa y el Granollers ya no pudo anotar con tanta facilidad.

Poco a poco, el Mustang fue igualando el marcador y a falta de siete minutos se puso por delante. En la recta final del choque, espoleadas por la afición, las franjiverdes sentenciaron el encuentro y completaron la fiesta. Anna Vicente se retiró a los vestuarios con lágrimas en los ojos.