Temperaturas excesivas, encharcamientos en los vestuarios, suelo resbaladizo en toda la instalación, problemas con el intercambiador de agua caliente y con el agua fría, averías en el sistema de la deshumectadora... Son las principales incidencias ocurridas en la piscina municipal de Vía Parque en Alicante, inaugurada en octubre de 2015 y cerrada indefinidamente desde el pasado lunes por el tripartito que gobierna el Ayuntamiento, una semana después de que dos nadadoras de 13 y 15 años tuvieran que ser hospitalizadas con insuficiencia respiratoria por fallos en los sistemas de ventilación y humedad.

El cierre de esta instalación deportiva municipal, con apenas un año y medio de vida, derivó ayer en bronca política en el Ayuntamiento. Después de que el PP criticara por «irresponsable» la reapertura de la piscina tras el incidente con las dos nadadoras del Club Monte Tossal, la edil socialista de Infraestructuras, Gloria Vara, condenó «la total falta de decoro» del primer grupo de la oposición por intentar «ocultar su propia responsabilidad» en este asunto.

La concejalía de Infraestructuras recuerda que la piscina se construyó bajo mandato municipal del PP con fondos del denominado Plan E y costó 3,2 millones de euros, con un sobrecoste de 580.000. «La obra se recepcionó y finalmente se mantuvo cerrada durante cuatro años», añadió en un comunicado el área de Infraestructuras, que vinculó las múltiples deficiencias de la instalación con la «irresponsable» recepción de la obra por parte del anterior gobierno del PP.

El área de Infraestructuras reseña un total de 42 incidentes de todo tipo en la piscina de Vía Parque ahora cerrada. El Departamento de Mantenimiento de edificaciones municipales concluye que los problemas surgieron desde la misma apertura en octubre de 2015 porque las máquinas llevaban varios años sin arrancar, «debido a oxidaciones, sulfatamientos, juntas agrietadas o falta de lubricación».

Otro de los principales problemas es la falta de desagües en los vestuarios, cuyo diseño, además, se quedó pequeño. El hecho de que las duchas estén en un espacio adyacente ha provocado constantes encharcamientos y la solución definitiva requiere obra civil: levantamiento del suelo y colocación de un sistema de desagüe.

El suelo resbaladizo por un defecto de fábrica en la baldosa obligó en su día a aplicar un tratamiento especial y el sistema de control de la humedad y la temperatura ambiente provocaba continuos fallos porque estaba «más enfocado para un clima más frío, como el de una ciudad del interior, que para Alicante». Para colmo de males, en el último mes se detectaron derivaciones de la corriente eléctrica en la deshumectadora, cuyo parón causó los síntomas de ahogamiento e insuficiencia respiratoria de las dos nadadoras.

El informe de Mantenimiento propone como soluciones la instalación de ventanas abatibles motorizadas para facilitar la ventilación, obra nueva de saneamiento con varios desagües, colocación de toldos en los cristales del vestíbulo principal y un techo de chapa que cubra las unidades exteriores. El Ayuntamiento no da fecha para las obras ni la reapertura de la piscina.