El Alicante Tenis de Mesa sigue creciendo a pasos agigantados. El equipo alicantino es una de las mejores canteras de España y los resultados no han tardado en llegar. Diego Lillo arrasó en el Open de Eslovaquia disputado el pasado fin de semana en categoría alevín. El joven jugador, integrante de la selección española, se ha traído de Eslovaquia nada menos que tres medallas de oro, logrando el «triplete», tras proclamarse campeón de individuales, dobles y equipos, en estos dos últimos casos formando pareja con el catalán Pau Lloret.

En la prueba individual, Diego, tras quedar primero de grupo, ha ido eliminando rivales: en semifinales se deshizo por 3/1 del austriaco Samuel Ameti y en la final por 3/0 al belga Nolan Lerat.

En dobles, con Pau Lloret, tras derrotar a los húngaros Balogh y Krebs por 3/0 en semifinales, afrontaron una difícil final ante los belgas Lerat y Massart, venciendo por 3/2 y 12/10 en el juego decisivo de forma brillante.

En equipos, España logró en semifinales un difícil triunfo ante Irlanda por 3/1 y, en la final, se impusieron 3/0 sobre Hungría, pero con parciales muy ajustados.

Diego vuelve a Alicante después de arrasar en este tradicional torneo que la selección española suele disputar año tras año. Regresa sin conocer la derrota en ninguna prueba, cosa que ningún jugador había logrado en esta categoría. Esa sin duda una de las grandes promesas del tenis de mesa español. El deportista alicantino es fruto de la cantera y sus resultados están siendo espectaculares.

También el club alicantino ha tenido una brillante actuación en el Open de Italia, donde acudían tres jugadores y Daniel Valero, entrenador del Alicante Tenis de Mesa. El que mejor posición individual ha conseguido ha sido el infantil Marc Gutiérrez, quedando noveno. Llegó hasta los octavos de final, donde cayó frente al jugador local y tercer cabeza de serie del torneo Oyebode, siendo el mejor de los infantiles españoles desplazados. En dobles también muy buena actuación quedándose a un paso de la medalla, formando pareja con el catalán Arnau Pons, cayendo en cuartos de final ante los italianos Oyebode y Gualdi, campeones finales del torneo. Emma Ruíz, en infantil y Marina Ñíguez en juvenil, siguieron caminos paralelos, ya que ambas en individual lograron clasificarse al cuadro final, para caer en segunda ronda del mismo.