Dice un viejo proverbio inglés que “el fútbol es un deporte de caballeros que lo practican villanos; el rugby es un deporte de villanos que es jugado por caballeros...”. Basta con tratar un rato con Javier Carrión (Godella, 1990) para darse cuenta de que el jugador del CR La Vila encarna buena parte de los valores que han acompañado al rugby en sus ya casi 200 años de historia. Sí, prácticamente doscientos años. Han leído bien (exactamente desde 1823). Eso sí --como Carrión- está en su mejor momento, sobre todo el rugby “marca España”.

1.- ¿Qué hace todo un jugador internacional jugando en División de Honor B?

En La Vila me permiten compaginar mis estudios de Fisioterapia -en la UMH de Elche- con el rugby. Lo cual, para mí, es muy importante. Además de que el club me ofrece un proyecto muy bonito a nivel deportivo. Se están haciendo las cosas para ascender.

2.- Después del intento fallido del año pasado, ¿subiréis en este a la máxima categoría?

Estamos jugando a un nivel alto, hemos sacado muy buenos resultados ante los rivales más potentes pero imagino que, en el resto de grupos, los líderes también estarán a muy buen nivel.

En fin, tenemos muchas ganas de jugar los play offs y sabemos que, si jugamos como somos capaces, tendremos muchas opciones de ascender. Pero, repito, habrá equipos tan fuertes como nosotros y sería muy atrevido por mi parte asegurar nada antes de medirnos a ellos.

3.- ¿Qué te hizo elegir un oval en vez de un esférico?

No elegí solo entre el fútbol y el rugby, de hecho, practiqué muchos deportes antes de centrarme exclusivamente en el segundo. ¿Que por qué lo elegí? Pues supongo que por su dificultad. Creo que es un deporte muy complejo, en el que tienes que ser muy técnico (tanto con las manos como con el pie), listo y muy duro al contacto. La verdad es que ser un muy buen jugador de rugby es tremendamente difícil. Siempre tienes que aprender cosas. Es un reto cada día.

4.- De todos tus entrenadores, ¿cuál o cuáles te han influido más?

Durante toda mi carrera he tenido muchos entrenadores y siempre, de todos, he aprendido algo. No podría decirte uno en concreto porque cada uno me ayudó en algún aspecto. Con todos he ido mejorando mi juego.

5.- ¿Cuál ha sido, hasta ahora, el mejor jugador al que te has enfrentado? ¿Y el compañero de más nivel?

No es fácil responder a esto porque, dada la particularidad del rugby a XV, tendría que decirte “el mejor pilier”, el mejor “medio melé”, el mejor “ala”... Y claro, estaría desvirtuando -en parte- tu pregunta...

En cambio, si hablamos de rugby a siete, sí lo tengo claro: el mejor rival, cualquiera de los primeros espadas de la archicampeona Fiyi; en cuanto al mejor compañero, sin duda, Ignacio Martín (autor del ensayo histórico de la final del preolímpico de Mónaco, donde España venció en el último segundo a Samoa para meterse en los JJ.OO.).

6.- Evidentemente, todo jugador sueña con jugar en el Top-14 francés, el Super-Rugby del Hemisferio Sur o la Premier inglesa pero, en tu caso, ¿qué objetivos te marcas, de una manera realista, a nivel profesional?

Pues ahora mismo (y con los pies en el suelo), a nivel de club, sueño con subir a División de Honor con La Vila. A nivel de selección, me gustaría jugar las Series Mundiales de Seven, llegar al Mundial de XV de Japón 2019 y volver en 2020 a unos JJOO.

7.- Hasta ahora, ¿cuál ha sido el momento cumbre de tu carrera deportiva?

Sin lugar a dudas, la clasificación para los Juegos Olímpicos. Verme en el evento deportivo en el que cualquier deportista quiere estar es lo más grande que me ha pasado.

8.- Hablando del hito del Seven nacional, hiciste historia al formar parte de la primera selección española que disputó unos Juegos Olímpicos , ¿cuál fue el mejor y el peor momento en Río?

Sin duda, el simple hecho de competir. Además, conseguí abstraerme de la presión de un evento de esa magnitud para, de verdad, poder disfrutar plenamente de algo irrepetible. Plaqué, corrí... y me sentí muy a gusto (mi familia y amigos estuvieron en Río). El objetivo era disfrutar al máximo y lo cumplí con creces.

El peor momento fue cuando tuvimos que volver. Quedaba mucha competición y abandonar ese ambiente tan especial fue duro. Pero la experiencia, inigualable.

9.- Tras ese décimo puesto de los Juegos, el subcampeonato en el World Trophy Sub-20 y los éxitos de las chicas, ¿qué crees que le falta al rugby español para abandonar de una vez por todas 1999?

Ahora mismo España está sacando jugadores muy interesantes. Los clubes están haciendo muy buen trabajo con las canteras y se está notando que los chavales que llegan a la selección, con apenas 20 años, están perfectamente preparados para competir como el que más.

Con este (buen) panorama, el oval ahora está en el tejado de la FER, que es la que debe saber gestionar estos “brotes verdes”. Me consta que tienen la mejor de las intenciones pero hay muchas cosas por pulir en Ferraz, como maximizar los recursos económicos o intentar vender mejor el rugby (que, bajo mi punto de vista es un gran producto).

Yo no sabría decirte cómo hacer todo eso, pero seguro que hay gente muy preparada (un CEO, por ejemplo) que podría realizar un muy buen trabajo de despachos, modernizar en cierto modo la federación y ponerla a la altura de la generación actual de jugadores, que es fantástica.

10.- ¿Cómo ves la fase de clasificación europea para el Mundial? ¿Estarán Los Leones en Japón 2019?

Hay un nivel muy alto. Cada partido va a ser una “guerra”. España tiene muy buen equipo y, si juega a su nivel, no tiene que temer a nadie. Es perfectamente capaz de tumbar al que se ponga por delante. Pero, igualmente te digo que, si no damos nuestro máximo, cualquiera nos puede “pintar la cara”.

Eso sí, si tengo que apostar... todo al rojo: España estará en la próxima Copa del Mundo.

11.- ¿Cómo recuerdas tu debut con la selección nacional?

Primero debuté con la selección de Seven en el mejor escenario posible: Twickenham. Fue durante unas Series Mundiales y nos enfrentamos, entre otros, a los All Blacks.

Mi primer partido con el XV del León fue en un Tri-Nations que jugamos en Windhoek (Namibia). Lo recuerdo como algo especial porque ganamos el torneo (los anfitriones y Zimbabwe fueron los rivales) y porque rendí a muy buen nivel...

12.- Siguiendo con el XV del León (nickname de la “Roja de rugby”), ¿cómo se lleva en el jugador español medio de la División de Honor el hecho de que, en muchos casos, “sólo” sois convocados si falta el “francés” de turno?

Cuando estoy en la selección, no me pongo a pensar si me han convocado porque falta este jugador o el otro. Pienso que un seleccionador elige a los mejores que tiene disponibles y si estoy entre ellos, fantástico. Y si no estoy (independientemente de si han llamado o no a un francés), me pregunto en qué puedo mejorar para estar, en la próxima convocatoria, entre los 23.

13.- ¿Por qué crees que, de todos los deportes de equipo, en el único en el que no somos TOP-10 es el rugby?

Difícil dar una respuesta pero quizás buena parte de culpa tenga el que otros deportes, como el balonmano o el baloncesto, nos han comido la tostada y se han “llevado” a la gente grande y coordinada. Pienso que el problema ha sido la captación de jugadores.

Afortunadamente, esta tendencia está revirtiendo y el rugby es un deporte en claro ascenso. Creo que, a nivel espectáculo, tenemos mucho que ofrecer y estamos en disposición de dar muchas alegrías. Que ya toca...

(Carrión tiene razón: los datos indican que el crecimiento del rugby es alto y sostenido y las licencias aumentan año tras año)

14.- Se dice que el rugby es un deporte de caballeros, que después de cada partido hacéis el “tercer tiempo” (donde se toman cervezas con los rivales), que lo que pasa en el campo siempre se queda en el campo, que sois duros pero nobles, etc... ¿Cuánto hay de cierto en todo ello? ¿Son tópicos? ¿Algún mito que derrumbar?

Hay una serie de valores -el respeto al compañero y al rival, no hablar con el árbitro, el tercer tiempo, etc...- que están ahí...

Por supuesto que hay gente que no los respeta. Pero, a diferencia de otros deportes, estos valores para nosotros son muy importantes y, sobre todo, son parte de la idiosincrasia rugbier. La mayoría no solo los respetamos, sino que estamos orgullosos de representarlos.

XV.-Sabemos que tu deporte tiene una imagen de rudeza y, para el poco entendido, de violencia. Eso repercute en que algunos padres sean algo (o muy) reticentes a que sus hijos jueguen a ese “deporte de bestias”, ¿Cómo le “venderías” el rugby a una madre que no quiere que su hijo pequeño lo practique?

A las madres que tengan cierto temor por los contactos, les diría que no se preocupen, que están muy controlados (por las propias reglas y por los árbitros). Además, en los entrenamientos se enseña a los chavales cómo protegerse y se inculcan unos valores en los que no tiene cabida ningún intento de hacer daño...

Pero, a mi juicio, lo mejor que tiene el rugby es su esencia integradora: es el único deporte de equipo en el que cualquier niño, sea cómo sea físicamente (gordito, flaco, atlético, alto, bajo...), no solo puede jugar, sino que incluso puede ser el mejor del equipo. El rugby nunca excluye a nadie.