El presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, calificó de «excepcional el comportamiento de todo el equipo» en los Europeos en pista cubierta que concluyeron este domingo en Belgrado, donde España consiguió cuatro medallas y catorce finalistas, el mejor resultado desde 2009.

«Ha sido un campeonato fantástico para el equipo español. Más allá de esas cuatro medallas y 14 finalistas, valoro el sexto puesto tanto en el medallero como por puntos, a solo un punto del cuarto y a medio del quinto, declaró a Chapado al hacer balance de su primera competición internacional en pista desde que llegó a la presidencia en noviembre pasado. La selección española regresó anoche de Belgrado con cuatro medallas (oro de Adel Mechaal en 3.000, platas de Ruth Beitia en altura y Jorge Ureña en heptatlón y bronce de Álvaro de Arriba en 800), y en conjunto 14 clasificados entre los 8 primeros de un total de 34 seleccionados (41,17 por ciento). «Ya dije que el objetivo debe ser colectivo, quedar entre los cinco o seis mejores en cualquier competición», reiteró.

Los 14 finalistas se distribuyen así: 1 primero, 2 segundos, 1 tercero, 2 cuartos, 3 quintos, tres sextos, 1 séptimo y 1 octavo.

Los Europeos, admite el presidente, resultaban propicios para obtener buenos resultados. «Sabíamos que este campeonato era favorable porque estábamos dentro de nuestro nivel, donde podemos ser más competitivos y tener más acceso a medallas y finales, pero me gustaría resaltar la actitud competitiva, esa pasión por competir que hemos adquirido como lema y que debe ser la seña de identidad del equipo incluso en las que tengamos menos posibilidades».

Para el presidente «el comportamiento de todo el equipo ha sido excepcional» y se refirió a «atletas que cuando las fuerzas les abandonaban seguían luchando, como Llorenç Sales, o debutantes como Ana Lozano, que hizo marca personal en series y en la final (3.000), o Cristina Lara, que hizo una excepcional semifinal en 60». «En general, comportamiento fantástico», insistió, «y la sensación de que el equipo era muy competitivo, de que la gente estaba muy concentrada y tenía los objetivos muy claros». «Sabemos que a veces nos van a superar en talento, en recursos y en condiciones», advirtió, «pero nosotros tenemos que luchar para no ser superados nunca en carácter competitivo y en esfuerzo».