Tres nulos en lanzamiento de disco le privaron de participar en los Juegos de Río cuando tenía hechas prácticamente las maletas. Ese varapalo deportivo no le hundió ni mucho menos. Lo asumió con deportividad y siguió trabajando. Del mismo modo que siempre. En Onil, su pueblo de toda la vida, y con sus entrenadores de siempre. Su padre, José Antonio (exdecatleta de gran nivel) y Jesús Gil. Jorge Ureña no piensa de momento ni en centros de altos rendimiento ni en mudarse a otras ciudades con más medios y tradición atlética. «Aquí tengo todo lo que necesito para conseguir mis metas, no quiero cambiar nada, estoy muy a gusto», señala un humilde Ureña al que ya muchos conocen como «Superman» por la dureza de su especialidad, las pruebas combinadas de decatlón y heptatlón.

¿Se puede vivir del atletismo? Ureña lo tiene claro. Por eso no ha descuidado ni mucho menos sus estudios y prepara el Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. A distancia, por supuesto, porque sus más de tres horas diarias de entrenamiento en pista más la preparación física y horas de fisio apenas le permiten muchos lujos.

El atleta colivenc pulverizó en Praga su récord de España de heptatlón consiguiendo 6.249 puntos, fraguando la nueva marca nacional sobre dos mejores marcas personales en los 60 metros (6.91 s) y en salto de longitud, donde estableció un gran registro de 7,62 m, un buen lanzamiento de peso, llegando a los 13,96 m, su segunda mejor marca personal, y sobrepasando el listón del salto de altura en 2,04 m. «Me salió todo perfecto, ahora falta hacerlo en el momento en el que hay que hacerlo», apunta Ureña, consciente de que esos 6.249 puntos son «carne» de podio en cualquier gran competición internacional.

Con la mejor marca mundial del año, los focos apuntan directamente al Europeo de Belgrado que se disputa el próximo mes. Es la gran ocasión para el alicantino. Un podio allí le encumbra definitivamente y abre los ojos de los patrocinadores, que necesitan un metal como motivo para desplegar su ayuda a los atletas. «Apenas tengo patrocinadores ahora mismo, la subvención que me da el proyecto FER y poco más», apunta el atleta alicantino, que afronta hoy el campeonato de España absoluto de pista cubierta donde coincidirá con su vecino Eusebio Cáceres, que esta temporada ha abandonado Onil por Madrid en busca de reflotar su carrera tras varias lesiones. Ureña es un atleta singular. Sus escasos 1,78m de altura (10 centímetros menos que, por ejemplo, el actual plusmarquista mundial, el norteamericano Ashton Eaton) se compensan con velocidad, fuerza, flexibilidad, potencia y agilidad. No posee la corpulencia física de sus rivales y ello le hace ser más explosivo en las pruebas salvo en los lanzamientos, donde reconoce que tiene «una asignatura pendiente». «Es lo que más me cuesta pero creo que estoy mejorándolo», apunta el atleta.

Europeo y Mundial

Esta temporada tiene dos eventos en mente, el campeonato de Europa en pista cubierta del próximo mes y el Mundial al aire libre. Son pruebas en las que quiere consagrarse y confirmarse como atleta de primer nivel mundial.Aunque quiere ir «paso a paso», tiene claro que su gran objetivo son los Juegos Olímpicos de Tokio donde quiere quitarse la espina de no haber estado en Río. Ureña se caracteriza por su humildad y constancia en los entrenamientos. Su margen de mejora es amplio todavía pese a haber conseguido una Como buen colivenc, le gusta tocar el tambor en una famosa charanga de Onil. El estar en primera línea mundial no le hace olvidar su carácter afable y cercano. El alicantino asegura que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su actuación en Praga le ha hecho olvidar la decepción vivida un mes antes de los Juegos cuanto tanto él como Cáceres se quedaron sin Juegos.