Llegó a Edimburgo buscando equipo para seguir practicando su deporte preferido, el rugby. Le adoptaron en el Murrayfield Wanderer, el potente equipo de Escocia que colecciona estrellas en su plantilla. Allí se plantó la alicantina Eva Rojas. «Pensaba que iba a jugar en el segundo equipo o acabaría jugando en otro sitio porque el nivel era muy alto», señala Eva, que viajó a Escocia para realizar un voluntariado europeo y jamás pensó que triunfaría.

A los pocos días de llegar comenzó a entrenar con la primera plantilla. Convenció tanto a los entrenadores que le dejaron claro que se quedaba con las mejores para luchar por el título de Liga. Acabó disputando todos los minutos de la Liga convirtiéndose en una pieza fundamental del equipo y ayudando al club a conquistar su tercer título consecutivo.

Eva, de 24 años, posee una habilidad innata para los deportes. Ha practicado al más alto nivel tenis, baloncesto, fútbol, remo y, principalmente, rugby. Procede del equipo de la UA donde fue seleccionada en varias ocasiones por el equipo autonómico. Viajó a Escocia con una beca para trabajar pero tenía claro que quería seguir jugando a rugby al más alto nivel.

La alicantina posee Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y un máster en Educación. Es consciente de que con el rugby no puede vivir pese a jugar en una liga tan competitiva como la escocesa. «Estoy muy contenta aquí, pensé que me quedaría a jugar en el equipo filial y al final he acabado ganando la Liga», afirma la jugadora alicantina, encantada con la filosofía de los Murrayfield Wanderer. «Es un equipo muy humilde pese a ser uno de los más potentes de Escocia. Espero jugar mucho tiempo con ellos», añade Eva. El tiempo en Edimburgo lo dedica a entrenar y a ayudar a personas con discapacidad.

Tiene claro que quiere seguir la próxima temporada jugando en el mismo equipo aunque ello dependerá de la beca del voluntariado. «Es una experiencia lo que estoy viviendo aquí, me tratan muy bien y estoy muy contenta», señala la jugadora alicantina.