Vanesa lleva años esperando este momento. Desde que le confirmaron que iba a competir en California tacha los días del calendario esperando al día 16. Le espera el torneo más prestigioso del mundo donde luchará delante de casi 100.000 personas. Su pelea no será uno más de la velada. Será el combate estelar. «Es algo inédito porque normalmente está reservado a hombres y ahora voy a ser yo una de las protagonistas de la noche», afirma Vanesa Rico horas antes de partir hacia Estados Unidos donde le han puesto multitud de problemas para conseguir el visado de entrada.

La luchadora alicantina se medirá con la americana Kyra Batara, una dura contrincante que promete batalla sobre la lona. «No tengo duda de que va a ser el combate más duro de mi carrera, las dos tenemos un estilo muy parecido», señala la experta en artes marciales mixtas, deporte al que llegó procedente del judo.

La expectación que se ha despertado por el torneo denominado «Combate América» es máxima. Se espera la presencia de entre 70.000 y 100.000 espectadores costando la entrada más barata 100 dólares. «Allí es mucho más que si se disputara aquí cualquier final Barcelona-Madrid, es una locura, es muy posible que se vendan todas las localidades», señala la luchadora alicantina.Su último combate fue en Filipinas y desea quitarse la espina cuanto antes. «Cometí un fallo tonto al final y eso me privó de ganar, pero ahora yo creo que es muy distinto, es de una psicología mucho más madura y lo llevo esperando desde hace muchos años», afirma Vanesa, que asegura que se encuentra en un peso «perfecto» para el combate.

En cuanto a su preparación, ha estudiado todos los detalles al milímetro. Realiza su preparación física en el Crossfit ALC, el suelo en las instalaciones de Climent Club y prepara a conciencia el combate en el Fisical Marcial Team a las órdenes de Mónica Gaitan. «Esta vez he contado con la ayuda de mi patrocinador Amix, fundamental para seguir aspirando a lo máximo en este deporte».

La alicantina se congratula de la oportunidad que va a tener en California. «Por fin se me han abierto las puertas de Estados Unidos, es algo que hace años ni imaginaba. «Me lo dijeron el 24 de diciembre y no me lo podía creer. Ha sido todo un regalo de Navidad», recuerda Vanesa.

En Califonia se encontrará dentro de una jaula, miles de focos buscando sus gestos y una contrincante deseosa de tocar la gloria en su casa. Como en cualquier combate de MMA, se disputarán tres asaltos de cinco minutos cada uno. Durante ese tiempo vale todo con tal de noquear al adversario. «A veces no se permiten los codos, pero en esta ocasión sí», apunta Vanesa.