Después de dos largos años de calvario con una interminable lista de lesiones, María Teresa, Tita, Torró Flor (Villena, mayo de 1992) vuelve a sonreír y a disfrutar sobre una pista de tenis. La que seguramente es la mejor tenista de la historia de Alicante -alcanzó el top 47 de la WTA y era fija en el equipo de la Copa Federación con Conchita Martínez- acaba de conquistar cuatro títulos consecutivos en individuales y dobles en dos torneos internacionales ITF Pro de Hammamet en Túnez tras encadenar una racha inmaculada de 17 victorias en otros tantos partidos.

Se le dan bien a Tita las pistas de tierra norteafricanas, donde en mayo de 2014 consiguió en Marrakech su único título profesional de la WTA, que la proyectó entre las cincuenta mejores del mundo. No obstante, poco después de levantar ese trofeo le tocó vivir el lado más amargo de la carrera de un deportista profesional: las lesiones. La tenista de Villena entró con mal pie en 2015 y empezó a sufrir un rosario de dolencias: esguinces de tobillo, un problema en el esternón, una fisura de costilla, de la que más adelante recayó, y una lesión de muñeca.

«Fue muy duro y llegué a tocar fondo porque las lesiones me fulminaron», reconocía esta semana Tita desde Barcelona, donde ahora se entrena en el Club de Tenis Barcino, en Cornellà, con el técnico Miguel González. «Poco a poco e ido mejorando hasta encontrarme mucho mejor física y mentalmente», añadía la jugadora que asombró en el tenis femenino español con su poderosa derecha.

Es cierto que los cuatro títulos que acaba de levantar en Túnez corresponden a la segunda división del circuito femenino profesional -son ITF con una dotación de 15.000 dólares-, pero, más allá de su categoría, los torneos han servido para devolverle a Tita la autoconfianza y la ilusión por el tenis.

«Pensé muchas veces en dejarlo y tirar la toalla, pero ahora vuelvo a disfrutar, que es lo más importante», reconoce la tenista villenense, que se ha apoyado en una psicóloga deportiva para superar sus malos momentos, así como en su familia. «Mi gente siempre ha estado muy cerca de mí para ayudarme y es esencial para mi equilibrio. Siempre que puedo me escapo a Villena para estar con ellos»·.

Algo fatigada por las dos intensas semanas de Túnez, Tita retomaba esta semana la competición con un torneo en Francia y más adelante otro en Mallorca. Pero con calma y sin ninguna presión por el ránking. «Queda mucho año por delante y quiero seguir esta línea porque lo prioritario es volver a disfrutar de este deporte; el ránking es secundario», puntualiza.

La jugadora de 24 años también ha disfrutado a lo grande del reciente Abierto de Australia y del brillante retorno a las finales de cuatro «viejas glorias»: las hermanas Serena y Venus Williams, finalistas femeninas, el suizo Roger Federer, campeón del cuadro masculino, y el español Rafa Nadal. «Ha sido un gran espectáculo y ahora sueño con volver a un Grand Slam, aunque antes tengo que empezar a subir poco a poco el nivel de los torneos en los que participo».