El baile y la danza han sido parte fundamental del arte desde tiempos inmemoriales, pero han ido evolucionando constantemente, por lo general al mismo tiempo que la música sobre la que se llevan a cabo. Su expresión artística se ejecuta mediante un notable ejercicio físico, de modo que entra por derecho propio en la categoría de deporte.

Alicante acaba de acoger la primera Alicunty Kiki Ball, un evento internacional «para amantes del Vogue y la escena Ballroom» que ha organizado este pasado fin de semana la escuela de baile In Situ. La entidad, una de las referencias en cuanto a danza urbano en la ciudad de Alicante, llevó a cabo recientemente su casting para conformar sus grupos de competición.

La ciudad cuenta con más oferta de enseñanza para este tipo de bailes, como Top Dance, Royal Dance o New Generation. Estas academias suelen ofrecer clases tanto para niños como para jóvenes y adultos.

La aparición del hip hop, con un espíritu rompedor, crítico y rebelde, propició que se creara toda una escuela de baile que compartía el carácter callejero y urbano con las demás elementos del movimiento: el grafiti, el rap y el «DJing». Estas danzas se pueden presentar en diversos formatos, desde individual hasta coreografías con muchos bailarines, pasando por batallas.

El funk es otra de las grandes influencias que tienen los bailes callejeros. Este género combina elementos del soul, el jazz, el R&B y los ritmos latinos y ha sido utilizado con frecuencia como base para canciones de hip hop o house, dos de las músicas que se emplean más extendidamente en los bailes urbanos.

Variantes

El baile callejero y urbano fue dividiéndose en subcategorías que presentaban suficientes diferencias entre ellas como para considerarse ramas diferentes, aunque siguen siendo parte de un mismo árbol.

El mencionado «break dance» era originalmente llamado «b-boying», apelativo que proviene de «b-boy» o «beat-boy» (literalmente «chico-ritmo»). Se trata de un estilo de baile caracterizado por movimientos acrobáticos que combinan diversas influencias, incluidas la capoeira y los ritmos latinos. Es, con diferencia, el más conocido y practicado de los bailes urbanos en nuestro país.

El «C-Walk», que tuvo un origen pandillero, ha acabado llamándose «Clown-Walk», y se caracteriza por los rápidos desplazamientos con los pies.

El «popping» y el «locking» son dos variantes de baile callejero que se relacionan más con el funk que con el hip hop. El primero se basa en movimientos que tratan de crear una sensación robótica, y el segundo combina un ritmo acelerado en brazos y manos y uno más pausado en pies y caderas.

El new style combina las influencias del funk y el hip hop, junto con el R&B, y su característica principal es la gran libertad con la que cuenta el bailarín para crear movimientos, muchas veces nunca vistos antes