El clásico comarcal de la Vega Baja no decepcionó a nadie y ofreció un partido con alternativas, abierto y con dos equipos que buscaban el gol, si bien la calidad de los oriolanos fue decisiva para gozar de las ocasiones más claras de cara al marco contrario. Precisamente los salineros carecieron de esas ocasiones y dio excesivas facilidades en defensa durante el primer periodo.

En la primera parte, los dos equipos quisieron proponer y agradar, pero las ocasiones y los goles los puso el conjunto escorpión. La fuerte presión que ejercieron los locales en la zona de tres cuartos dio frutos. Además, cada vez que los salineros intentaban dar un paso adelante, el Orihuela respondía con una ocasión clara de gol, mostrando una gran pegada de la que careció el Torrevieja.

Así, Ayo tuvo la primera ocasión a los 18 minutos obligando a Buba a atrapar con dificultades. En el minuto 22, Ayo dio el pase de la muerte para que Antonio pusiera en el segundo palo el 1-0. El propio Antonio cabeceó al larguero tres minutos después, y Brian estrellaba el balón en la cruceta en un lanzamiento de falta lateral después de que Buba cogiera el balón fuera del área en el minuto 29.

Ocho minutos después llegaría el 2-0 con el que los dos equipos se marcharon al descanso. Fue un golazo de Rubén Moreno desde la zona de tres cuartos, algo escorado hacia la izquierda según la posición de ataque de los oriolanos.

Reacción salinera

En la segunda parte, el Torrevieja dio un paso adelante e intentó buscar el gol que le metiera en el partido. De esa forma, el encuentro quedó más abierto que nunca, con opciones en uno y otro lado, aunque al igual que en la primera parte, las ocasiones más claras seguían siendo para los escorpiones. Así, Antonio estrelló el balón en el poste en el minuto 55. Conforme pasaban los minutos, el Orihuela fue perdiendo fuelle y parecía conformarse con el 2-0, situación que aprovechó el equipo de Pedreño para incidir todavía más en su propuesta ofensiva. Esa valentía de los salineros generó cierta ansiedad en el equipo amarillo y, durante unos minutos, los visitantes pusieron en serios apuros a los de Roca con varios saques de esquina seguidos y llegadas a la contra, aunque sin gozar de ocasiones claraas de gol.

Pero estaba claro que el Orihuela ya no tenía la mentalidad ganadora que había mostrado durante todo el partido y el Torrevieja, que sumió excesivo riesgos sabedor de sus necesidades, se aprovechó de ello para marcar el 2-1 en el minuto 81 y meterse de lleno en un partido cuyo resultado peligraba para los locales. A partir de ese momento, el equipo escorpión pasó trece minutos, incluyendo el tiempo añadido, con mucha incertidumbre. Comenzaron a planear los fantasmas del pasado cuando el Orihuela perdió puntos en los últimos minutos, y fue inevitable que los jugadores tuvieran el temor de que ocurriera lo mismo en un partido en el que habían tenido ocasiones de sobra para golear a un rival que, sobre todo en la primera parte, dio muchas facilidades en defensa.

El Torrevieja arriesgó en esos últimos minutos y se fue arriba sin miramientos, pero no fue capaz de marcar el empate.

Al final, los tres puntos se quedaron en Los Arcos, campo que pisaba el Orihuela dos meses después de la última vez por la resiembra.

La afición vibró con un partido que estuvo cargado de emoción y de una igualdad que hizo peligrar el triunfo local. Al final, los seguidores del cuadro escorpión celebraron por todo lo alto un triunfo que permite soñar con el play off.